El síndrome del impostor es un fenómeno que se extiende a nivel global. Quienes lo sufren no son capaces de reconocer sus méritos y no se sienten merecedores de sus logros, lo cual les afecta a ellos tanto como a su negocio.
Aunque se sabe que afecta más a las mujeres que a los hombres, porque estas tienen una mayor presión social para lograr mejores resultados tanto a nivel profesional como social, lo cierto es que cualquiera puede sufrirlo.
7Hay que dejar atrás el perfeccionismo
Lo que hay detrás de muchas personas con síndrome del impostor es una fuerte tendencia al perfeccionismo. Quieren hacerlo todo tan bien, que nunca se dan por satisfechas, aunque los resultados demuestren que lo están haciendo bien.
Es complicado librarse de este rasgo de la personalidad, pero hay que intentarlo. La clave está en empezar a ser más amable y comprensivo con uno mismo, no exigirse más de lo que realmente se puede dar.