El síndrome del impostor es un fenómeno que se extiende a nivel global. Quienes lo sufren no son capaces de reconocer sus méritos y no se sienten merecedores de sus logros, lo cual les afecta a ellos tanto como a su negocio.
Aunque se sabe que afecta más a las mujeres que a los hombres, porque estas tienen una mayor presión social para lograr mejores resultados tanto a nivel profesional como social, lo cierto es que cualquiera puede sufrirlo.
6No hay que compararse con los demás
El ser humano tiene mucha tendencia a compararse con los demás. Cuando la autoestima no es muy alta, en esa comparación siempre suele salir perdiendo el que se está cotejando con otra persona.
Si no somos capaces de confrontar nuestras capacidades y logros con los de los demás de forma objetiva, lo mejor es no hacerlo. Hay que olvidarse del resto y centrarse en lo que uno mismo puede hacer y lo que puede llegar a lograr.