El contexto macroeconómico, marcado por la inflación, la guerra entre Ucrania y Rusia y la subida de tipos está haciendo de los mercados de renta variable un lugar más arriesgado para invertir. La volatilidad se ha apoderado de algunos sectores y compañías con negocios sólidos y rentables sufren en su cotización por factores como los cuellos de botella en la cadena de suministro y las restricciones por Covid-19 en grandes núcleos urbanos e industriales de China. A pesar de la situación, los expertos señalan ciertos valores con atractivo que pueden seguir ofreciendo rentabilidades en momentos convulsos como el actual.
«En un entorno de comienzo de subidas de tipos de interés y a pesar de que vienen reflejando importantes subidas en sus cotizaciones, creo que la banca doméstica es una buena opción para invertir», explica para Inversión.es Antonio Castelo, analista de iBroker. En este sentido, Credit Suisse es optimista con la banca española, señalando sus fortalezas en un reciente informe donde alaba la «sólida adecuación de capital» de las compañías. Asimismo, la firma suiza elige a CaixaBank, que acaba de presentar su plan estratégico hasta 2024, como su opción preferida dentro de los bancos españoles.
«El repunte de las rentabilidades de la deuda, favorecidas por el endurecimiento de la política monetaria, tendrán un impacto positivo en los ratios de rentabilidad de la banca y deben ser una buena noticia para sus cotizaciones», añade Castelo. Tanto CaixaBank como Sabadell y Bankinter acumulan una revalorización en lo que va de año del 30% o superior, pero los expertos todavía ven recorrido alcista en estos valores y apuestan por ellos en momentos de incertidumbre económica. Por su parte, Banco Santander ha tenido peor comportamiento desde enero, dejándose un 1,5%, pero cuenta con uno de los mayores potenciales del sector.
VALORES ATRACTIVOS POR DIVIDENDO
Si bien es cierto que siembre hay sectores refugio en los que poner a salvo la inversión, también se encuentran las compañías que ofrecen un gran atractivo por las retribuciones anuales a sus accionistas. De esta manera, en el mercado español podemos encontrar valores con buenas rentabilidades en este aspecto que aseguran un extra en las ganancias que obtener a través de la adquisición de sus acciones.
«Otra alternativa razonable en estos momentos es jugar la carta de la rentabilidad por dividendo. Aquí tenemos alternativas interesantes como es el caso de Endesa, Enagás, Telefónica, Mapfre o ACS«, destaca el analista de iBroker. En el caso de la eléctrica, Endesa ofrece en 2022 una rentabilidad por dividendo superior en torno al 9%, cifra que se está cercana a doblar la media de las cotizadas de su sector.
Mientras, el dividendo de Enagás, una de las compañías que reina en el reparto de beneficios, cuenta con una rentabilidad que se sitúa en torno al 8%. Aunque, en este caso cabe destacar que son varias las firmas de la banca de inversión que han señalado la insostenibilidad de la retribución a largo plazo que reparte la gasista dirigida por Arturo Gonzalo Aizpiri. En cuanto a Telefónica, José María Álvarez-Pallete vuelve al dividendo en efectivo este año, que ofrece una rentabilidad del 6% a precios actuales.
ACS ha aprovechado los buenos resultados cosechados en 2021 y ha aumentado su retribución, que se sitúa en el 6%. Por su parte, Mapfre también ofrece buena rentabilidad dentro del Ibex 35, alcanzando el 4,7% a precios actuales. La aseguradora repartirá dividendo el próximo 31 de mayo. Otras compañías del Mercado Continuo como Atresmedia, también pueden ser una opción interesante ateniéndose al factor dividendo, pues el grupo de comunicación presenta una retribución con rentabilidad superior al 11%.
PRUDENCIA Y DIVERSIFICACIÓN ANTE LA VOLATILIDAD
Más allá de los valores que ofrecen solidez ante la inflación o la incertidumbre en los mercados y altas rentabilidades en sus dividendos, hay los expertos también señalan el los peligros de la renta variable y recomiendan prudencia. Jaime Raga, responsable de relación con clientes de la gestora UBS AM, explica en un reciente artículo sobre cómo preparar las carteras ante los retos económicos que están por venir el momento actual de transición de un entorno de «máxima tensión inflacionista» a otro de «inflación por encima de la tendencia».
Contexto que afecta especialmente a la hora de valorar la inversión en Bolsa, ya sea a través de fondos o acciones. «En nuestra opinión, la renta variable resulta poco atractiva a nivel general. La prima de riesgo de la renta variable global está cerca de su nivel más ajustado de la última década, lo que sugiere que los inversores no están siendo adecuadamente retribuidos por el riesgo de escenarios negativos para el crecimiento o la inflación«, asegura Raga.
Es por ello que cree que no es prudente prejuzgar de manera agresiva los posibles resultados macroeconómicos ni sobreponderar activos de riesgo y opta por el consejo de priorizar y diversificar las inversiones. «Por el momento, seguimos siendo cautelosos en cuanto al riesgo a nivel general, con una postura infraponderada en la renta variable global, posiciones neutrales en el crédito y la deuda pública y una sobreponderación en las materias primas«, señala.
ACTIVOS DE INFRAESTRUCTURAS Y SANITARIOS
Estos son algunos de los factores en los que coinciden diferentes expertos que analizan los mercados para operar en circunstancias difíciles, pero no son los únicos. De este modo, David Hanzl, jefe de ventas en Asia Paacífico para Abrdn, pone en valor en una reciente publicación sobre actualizar las estrategias de generación de rentas ciertos tipos de activos que han dado buenos resultados a lo largo de la historia y que pueden ser una opción a tener en cuenta.
«Los activos de infraestructuras, por ejemplo, tienen un historial de rendimientos estables a largo plazo. Ámbitos como los parques solares y eólicos son prometedores, dada la creciente demanda de energías renovables y la prevalencia de las subvenciones gubernamentales», asegura el experto de la compañía británica.
Además, Hanzl destaca otras áreas de nicho como pueden ser los cánones sanitarios que ayudan a financiar los costes de investigación y desarrollo de nuevos medicamentos. El motivo principal es que, a cambio de una financiación inicial, estas empresas cotizadas reciben royalties vinculados a las ventas del producto, consiguiendo así un elevado potencial de ingresos de manera alternativa según como se desarrollen los ensayos clínicos del medicamento.