La subida de los carburantes unido al elevado precio de la luz y la guerra de Ucrania han puesto al sector de la distribución contra la espada y la pared. Debido a que los supermercados ya se están viendo en grandes problemas para poder regular los precios de los alimentos y evitar que los costes de las materias primas sigan elevándose.
Sin duda, una situación que afecta de lleno al consumidor y al nivel de su poder adquisitivo. Ya que, según indica la consultora Nielsen en un reciente informe, el 93% de los bienes de consumo son inflacionistas.
Así, la escalada de precios junto con otras tensiones socioeconómicas continúa lastrando el nivel adquisitivo de los consumidores españoles.
Ante estas circunstancias, la Organización Asedas que representa a los supermercados ha decidido enviar al gobierno un documento en el que se indican 5 medidas para poder abordar esta situación.
«El encarecimiento de la energía, los combustibles y las materias primas han provocado una situación sin precedentes»
La inflación se ha convertido en un gran problema para los supermercados y los hogares, en concreto, estas circunstancias han afectado de lleno a los ciudadanos más vulnerables.
Desde Asedas, en el documento de ‘5 medidas Urgentes frente a la crisis multifactorial’, indican que son necesarias aplicar las medidas que incluimos a continuación, para seguir ofreciendo a los consumidores condiciones de calidad y variedad y unos precios competitivos.
MEDIDAS URGENTES DE ASEDAS FRENTE A LA CRISIS MULTIFACTORIAL
La primera medida hace referencia al coste energético, que es el segundo gasto más importante que afrontan los supermercados, ya que esto está comprometiendo la viabilidad de los negocios. Por tanto, el primer punto solicita que estos comercios sean considerados un ‘gran consumidor esencial’, para que se regule su relación con las compañías eléctricas.
«Esta crisis multifactorial hace que el funcionamiento de la cadena se esté viendo sometido a enormes tensiones»
«El encarecimiento de la energía, los combustibles y las materias primas han provocado una situación sin precedentes que afecta a todo el sector agroalimentario, desde el productor al distribuidor, pasando por la industria», ha indicado el director general de Asedas, Ignacio García.
La segunda medida incluye al transporte y solicita ayudas para paliar los precios de los carburantes, y que el Gobierno adopte acciones para asegurar siempre el abastecimiento de las cadenas alimentarias.
«Esta crisis multifactorial hace que el funcionamiento de la cadena se esté viendo sometido a enormes tensiones que escapan del control de las empresas. Por ese motivo, desde la distribución alimentaria estamos trasladando tranquilidad a los consumidores, porque nuestras empresas están realizando un gran esfuerzo para ser competitivas, aún en estas circunstancias», ha explicado García.
Mientras que el tercer punto hace referencia al acceso a las materias primas. En concreto, esta propuesta incluye crear un órgano de coordinación de urgencia para gestionar la posible escasez de productos de primera necesidad.
«Al mismo tiempo, estamos pidiendo al Gobierno medidas urgentes, con un amplio impacto en el consumidor, que ayuden a las empresas a abordar los próximos meses en condiciones de trasladar esa confianza», ha asegurado García.
El cuarto punto se refiere a la reducción del IVA en los productos de alimentación y poner en marcha una moratoria en la aplicación de impuestos y tasas especiales que afectan al sector.
Asimismo, la quinta petición incluye una modificación de la ley de ordenación Comercial Minorista.
LOS PRODUCTOS QUE MÁS HAN SUBIDO DE PRECIO
Entre las categorías de productos que ha analizado la consultora Nielsen, el aceite sigue siendo uno de los productos con un 75% de incremento del precio en comparación con el año anterior. En concreto, ha ascendido de un precio de 2,34 euros en 2021 a los 4,11 euros en abril de 2022.
A pesar del aumento del precio de este producto, la consecuencia directa ha sido una caída del 32% en la demanda de este artículo.
Mientras que otro producto que también han experimentado un importante crecimiento en el precio ha sido la margarina, que ha aumentado un 35%. Sin embargo, la demanda de este producto solo ha caído un 2%.
El precio de la pasta ha crecido un 31%, a raíz de la guerra de Ucrania y la escasez de esta materia prima. Mientras que su consumo solo se ha reducido un 10%. Así, la pasta ha pasado de costar 1,72 euros en 2021 a 2,24 en 2022.
Asimismo, la bollería industrial ha experimentado un crecimiento en el precio del 25%, y tampoco se han librado los alimentos infantiles y la mantequilla con un aumento en el coste del 20%.
Aunque a estos productos, los consumidores no han podido renunciar y, en concreto, su demanda ha subido más. Así, el aumento de consumo de bollería industrial ha subido un 2% y el de mantequilla ha crecido un 4%. Este último dato, probablemente, se deba a que, al reducirse la compra de aceite, los clientes han buscado un sustitutivo de este en la mantequilla.