Es una de las prácticas y costumbres más universales, que tienen que ver con el espectáculo, la vida social y nuestro modo de vida y de disfrutar. Cine y palomitas van íntimamente ligadas desde hace décadas y para muchos es obligado. Sin embargo, no solo hay personas más cinéfilas y puristas que odian en general el ruido de mandíbulas y dientes comiendo mientras se ve una película, sino que además hay estudios que concluyen que no deberías tomarlas. Veremos por qué y de paso más cosas del origen de esta costumbre tan arraigada, sobre todo en los países occidentales.
EL ORIGEN DE ESTA COSTUMBRE
En los últimos años han surgido otros snacks para acompañar una película, pero las palomitas siguen siendo el referente, aunque solo sea por el romanticismo y la costumbre. Una costumbre que la mayoría no se ha parado a pensar cuándo y por qué surgió.
Sin duda te vendrá a la mente la imagen del cine americano con los espectadores comiendo palomitas. Pues si, una vez más ahí está el origen del consumo de palomitas o popcorn, en Estados Unidos. Y fue gracias a una mujer, Julia Braden. Tuvo tanto éxito su idea de cine y palomitas, que tras empezar en cuatro o cinco cines pronto se expandió a todo el país y luego al resto del mundo.
4LA COMIDA DISTRAE
En modo genérico, la comida distrae cualquier actividad, cuando lo compaginas. Y es que los factores externos pueden afectar negativamente el disfrute de las experiencias por parte de los consumidores. No digamos ya si es una costumbre tan arraigada, pero además un alimento tan rico y que encima hace ruido al comer. Todo distracción para unos y otros, al margen del tema calórico, que da para otro debate y que ahora apuntaremos brevemente.
Los resultados del estudio también sugieren que la presencia de alimentos puede aumentar el disfrute de las experiencias negativas. Esto es muy útil también para aquellos que lo pasan mal con películas de terror, suspense o drama intenso.