La anemia es una afección muy extendida entre la población producida por una insuficiencia de glóbulos rojos, lo que provoca que éstos no transporten adecuadamente el oxígeno a los tejidos del cuerpo. Aunque hay muchos tipos de anemia, la más extendida es la provocada por la falta de hierro en el organismo, que copa casi el 50% de los casos. Esta falta de hierro lleva a que nuestro organismo no pueda producir la cantidad suficiente de hemoglobina. Entre sus síntomas más comunes se encuentran el cansancio y la dificultad respiratoria, por lo que este trastorno resulta muy molesto. Una buena forma de combatirlo es a través de la alimentación. Seguro que muchas veces has oído a alguien decirle a otra persona con anemia que coma lentejas pero, lo cierto, es que hay otros alimentos con el mismo hierro o más. Así que, si tienes anemia y no te gustan las lentejas, estás de suerte.
7Acude a tu médico
Desgraciadamente, hay veces que por mucho que cuidemos la alimentación, esto no es suficiente y no conseguimos el hierro necesario. Es en este momento cuando la anemia empieza a ser un problema para la salud, ya que sus síntomas son muy molestos e impiden el desarrollo normal de la vida diaria. Por eso es imprescindible acudir a tu médico de confianza en el momento en el que empieces a padecer alguno de sus síntomas y, sobre todo, prevenirla a través de analíticas de sangre rutinarias para evitar esta y otras enfermedades y localizarlas antes de que se conviertan en un problema.