España es, sin lugar a dudas, un país cervecero con todas las letras. En nuestro país se consumen una media de aproximadamente 52 litros por persona al año, lo que equivale a unas 417 cervezas. El gusto por la cerveza nos ha llevado en numerosas ocasiones a estar en el top 3 de las ciudades europeas en las que más cerveza se consume. Esta afición, muy asociada al ocio y a las relaciones sociales, suele aumentar en cuanto sale sol y empieza a hacer calor. En cualquier ciudad de España te vas a encontrar miles y miles de terrazas abarrotadas de gente disfrutando de esta refrescante bebida a cualquier hora del día o de la noche. Pero ¿es tan refrescante como se dice? Lo cierto es que este hábito, afición o, simplemente, gusto que muchos tenemos, no es tan apropiado como podemos pensar. Si eres una persona muy cervecera tenemos malas noticias porque beber una cerveza bien fría cuando hace calor puede traer consigo riesgos para tu salud.
2Mayor probabilidad de sufrir un golpe de calor
El alcohol no solo tiene un importante efecto vasodilatador en nuestro organismo, aumentando nuestra sensación térmica y haciéndonos sentir más calor, sino que actúa a otros niveles que pueden resultar peligrosos para nuestra salud. Cuando consumimos cerveza, al igual que ocurre con cualquier otra bebida alcohólica, tu organismo deja de poder regular su temperatura corporal. Esto se debe a que el alcohol tiene efectos diuréticos, por lo que hará que tu cuerpo libere más líquidos de los que va absorbiendo, y no tendrá líquidos suficientes para iniciar el proceso de transpiración para enfriar el cuerpo. Esto, unido su función vasodilatadora, puede hacer que nuestra temperatura corporal aumente a niveles demasiado elevados que pueden suponer un grave riesgo para nuestra salud. En caso de que sufras un golpe de calor, lo que debes hacer es intentar regular tu temperatura corporal bebiendo agua poco a poco y dirigirte a un lugar fresco para evitar consecuencias más graves.