Comer unas buenas croquetas es todo un regalo para los sentidos. De eso no hay ninguna duda, en cambio, para que esta receta esté realmente buena, se necesita prepararlas de forma adecuada. No solo para que no se rompan al freírlas, también conseguir la textura interior adecuada para que no queden ni demasiado secas ni demasiado líquidas.
Para conseguir la croqueta perfecta se debe atender a la bechamel y las proporciones exactas de los ingredientes para que esté en su punto justo.
7El relleno importa…
A esa bechamel habría que agregarle algún ingrediente que de sabor (queso, atún, bacalao, espinacas, jamón, pollo, langostinos, chorizo,…) para tus croquetas.
El ingrediente también puede influir en la textura y jugosidad final de la bechamel, ya que si es un ingrediente muy seco podría afectar negativamente. En el caso del queso ocurrirá todo lo contrario, ya que aportará mayor cremosidad.
Si vas a emplear ingredientes más secos, puedes crear una bechamel menos espesa para que el ingrediente no termine secando el relleno. Para ello, puedes emplear un poco menos de harina, o un poco más de leche en tu proporción…