El emprendimiento no entiende de edad. Nunca es demasiado tarde ni demasiado pronto para empezar un negocio propio. Así, junto a los oldpreneurs nos encontramos con líderes jóvenes que no tienen miedo de dirigir su propia empresa, aunque apenas hayan superado la barrera de la veintena.
Sin embargo, para una persona joven es complicado dirigir un equipo formado por profesionales que pueden hasta doblarse la edad. Pero no es imposible, vamos a ver algunas claves para hacerlo de la mejor forma posible.
1Los líderes jóvenes deben acabar con los prejuicios
Cuando el líder no es el emprendedor como tal, sino que llega a la empresa porque ha demostrado ser el mejor candidato, o porque se trata de un negocio familiar, es normal que se encuentre con el recelo del equipo de trabajo.
A todo el mundo le cuesta aceptar que su jefe tenga menos experiencia que él. Por eso, una de las primeras tareas del jefe joven es acabar con los prejuicios. Demostrar a sus subordinados que está preparado para asumir las tareas que se le han encomendado.