¿Piensas que hacer dieta y disfrutar a la misma vez no es posible? Pues estás realmente equivocado. Estar a régimen no significa tener que renunciar al sabor de la buena comida y es que, al fin y al cabo, una dieta nos debería enseñar a comer correctamente para toda la vida y no solo durante unos días.
¿Quieres conocer alguna de las dietas para perder peso disfrutando? La dieta del jamón y el vino es un ejemplo de este tipo de planes de adelgazamiento. Así que si quieres perder esos kilos que has cogido en verano pero no quieres renunciar al sabor, atento a estas dietas que proponemos a continuación.
1Dieta del jamón y el vino
¿En qué consiste la dieta del jamón y el vino? Este plan de alimentación, que tiene, en principio, una duración de cuatro semanas, consiste en comer jamón y tomar vino cada día de la semana. Claro está que, además de incluir el jamón y el vino en la dieta, hay que seguir un estilo de vida saludable y seguir el lema de «desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo». La dieta mediterránea, por ejemplo, es una de nuestras recomendaciones a seguir.
En la dieta del jamón y el vino solo se incluye pan en el desayuno y, en cuanto al vino, la cantidad recomendada es de una copa para las mujeres y de dos copas para los hombres repartidas en dos comidas, no en una sola. ¿Quieres un ejemplo de este tipo de alimentación?
- Desayuno: pan con jamón, fruta y café con leche desnatada.
- Media mañana: pieza de fruta con un puñado de frutos secos.
- Comida: verduras y carne o pescado al horno o a la plancha.
- Merienda: yogur desnatado con frutos secos e infusión.
- Cena: caldo de verduras, pescado o carne a la plancha y dos lonchas de jamón ibérico.
El vino puedes introducirlo o bien a la hora de la comida o bien a la hora de la cena, ¡Cómo mejor te venga!