A pesar de la crisis, la inflación y la subida de tipos, la demanda y compra de inmuebles no paran de crecer, y por ende, los precios. Por ahora no se vislumbra burbuja. España sigue siendo un país de propietarios, y también cuando van mal dadas, siempre nos refugiamos en el ladrillo, ya que lo vemos como una inversión segura. Esto nos hace sacrificar casi todo para tener un inmueble al menos en propiedad. Pero puestos a desear, preferimos pisos más grandes, más nuevos y en plantas altas. No digamos si es un ático, reflejo de distinción dentro del edificio y que siempre se ve reflejado en el precio, pero cuidado, porque igual ese plus grande de dinero igual no te compensa leyendo las desventajas que te vamos a enumerar y comentar. La decisión es tuya.
2EL ÁTICO TE SUPONE UN SOBREGASTO INMENSO
Y no solo por la compra en sí, ya que de media el precio por metro cuadrado sube entre un 20% y un 40%. Además, precisamente por ser tan caro y dar luego tanta intimidad, es difícil que luego lo vendan, por lo que la oferta de áticos no es muy alta, subiendo más los precios. Y eso a pesar del otro inconveniente monetario, que es a posteriori, con facturas mucho más altas al requerir mayor gasto energético. Y es que los últimos pisos son más calurosos en verano y más fríos en invierno, al estar más expuestos, por lo que tiraremos continuamente de aire acondicionado y de calefacción, por no hablar del mantenimiento de la terraza (toldos, mobiliario, si montas un jardín…).