Con la llegada del calor nos encanta a todos estrenar ropa y calzado nuevo. Pero nada puede arruinarnos más un día de sol, que salir de casa con unas flamantes y preciosas sandalias nuevas recién estrenadas y que al cabo de un rato comiencen a transformarse en una tortura por culpa de las rozaduras.
Y es que un dolor de pies por la rodadura del calzado no es cosa que se le pueda restar importancia, ya que ese roce se incrementa a cada paso y termina provocando heridas o ampollas realmente molestas, y que además tardarán días en curarse. ¿Cómo evitar llegar a este punto?
6MASAJEAR LOS PIES
Nunca está de más un agradable masaje en los pies, pero resulta aún más conveniente si se han estado utilizando sandalias con tacón. Llevar a cabo una rutina de cuidado de los pies puede ayudar mucho a que el calzado no roce, ya que la piel está mucho más elástica y flexible.
Recuerda exfoliar la piel, insistiendo en las zonas con más tendencia a las durezas, y después masajea la plata del pie durante un par de minutos y aprovecha para aplicar una buena crema de pies.