Hay bodas todo el año, al contrario que pasa con las comuniones, precisamente celebradas mayoritariamente en mayo-junio. Sin embargo, abundan más con el buen tiempo y por tanto son meses de una mayor demanda. Preferimos casarnos con sol, verde y flores, que no con frío, lluvia y entorno gris. Es la temporada alta de bodas, en definitiva, así que para los que piensan en ese paso tan importante o ya lo tienen decidido, incluso con fecha, veamos lo que cuesta. Y es que la mayoría, y más ahora con la crisis y la inflación, se ilusionan con la ceremonia pero a la vez tiemblan ante el desembolso, da igual que lo cubran los novios o los padres. Veamos cómo está el panorama, en un sector que busca recuperar el hundimiento por el covid y que por tanto tendrá que organizar bodas pospuestas desde hace dos años o desde el año pasado.
6EL PRÉSTAMO, CADA VEZ MÁS HABITUAL

Lo cierto es que, entre las subidas de precios y que entre compromisos, el impresionar o «quedar bien», o simplemente tirar la casa por la ventana en tu día más importante, muchos no escatiman gastos, a pesar de no coincidir con su potencial económico. Por eso tiran también para una boda de préstamos, cada vez más. Actualmente un 10%, por no querer tirar de ahorros o porque no puede permitirse un desembolso así, optan por esta modalidad para costear su boda, pagándolo por plazos.
Sin embargo, aún el 78% de los españoles prefieren no endeudarse también en esto y tirar de ahorros, además de las ayudas habituales de padres, más el dinero de los regalos de los invitados. En este sentido, los números demuestra que mayoritariamente ya una boda es cosa de los novios, y no de los padres.