Telefónica sigue configurando lo que debe ser uno de sus pilares futuros. La compañía que preside José María Álvarez-Pallete dio un giro radical a su estructura operativa con la creación de Telefónica Tech. La filial debía convertirse en un segmento de rápido crecimiento que en pocos años pudiera sostener la decadente parte alta de la cuenta de pérdidas y ganancias del grupo. Para ello, Pallete pensó en dar la entrada a un socio industrial que impulsase ese crecimiento. Pero ahora, tras dos años y medio de crecimiento ininterrumpido, la teleco española prefiere mantener el accionariado sin cambios por un tiempo.
EL GIRO
Una opinión que supone un giro de 180 grados a lo que hasta ahora se había especulado. La idea de buscar un socio industrial que adquiriese hasta un 49% de Tech estuvo encima de la mesa desde la creación de la compañía. Aunque ganó más predominancia, después de que la pandemia zarandease a Telefónica. Al fin y al cabo, una filial de rápido crecimiento exigía unas inversiones ambiciosas para seguir adquiriendo pequeñas empresas tecnológicas que el grupo no podía permitirse, ya que estaba lastrado por unos ingresos presionados a la baja y con un endeudamiento todavía demasiado elevado.u
una filial de rápido crecimiento exigía unas inversiones ambiciosas
Así, a finales del 2020 el grupo parecía poner hincapié en buscar un comprador con el que impulsar a la compañía. En concreto, Telefónica habría contratado en aquel entonces a KPMG para preparar la documentación necesaria para presentársela a los inversores de cara a una posible venta de su capital al año siguiente. Más tarde, el grupo contrato también a Morgan Stanley y se puso como objetivo la colocación de un 49% del accionariado de Tech para después del verano de 2021. Pero esa venta no se produjo ni parece que vaya a producirse, al menos, durante un tiempo.
TELEFÓNICA PREFIERE NO VENDER PESE AL INTERÉS DEL MERCADO
Una de las razones a la negativa de Telefónica es que considera que no es el momento para seguir gastando más dinero en adquisiciones. Al fin y al cabo, la entrada de un inversor buscaba precisamente eso. Así, el consejero delegado de Telefónica, Ángel Vila Boix, aseguraba que la filial ahora debe centrarse en “integrar” las adquisiciones realizadas. “No habrá más gastos significativos en fusiones y adquisiciones (…) nuestro enfoque es integrar las adquisiciones para seguir generando impulso que refleje trimestre a trimestre la buena evolución de Telefónica Tech”, explicó el CEO ante los analistas durante la conference call tras los resultados del primer trimestre.
Así, sin necesidades acuciantes de nuevas inversiones, el grupo puede permitirse dejar de la lado la búsqueda de ese inversor. Aunque esa puerta no se cierra: “Elegiremos el momento adecuado para atraer a alguien, pero probablemente ese momento no es ahora”, explicó Vila. Al fin y al cabo, el mercado parece tener apetito por participar en la operación. Una ambición que el propio consejero delegado de la compañía corroboró al señalar que la firma ha recibido oferta en firme para participar: “Hemos visto el interés de distintos inversores potenciales”.
No solamente se debe valorar a la compañía y su área tecnológica como la suma de dos partes
Pero el cambio de decisión del grupo en torno a la entrada de un inversor tiene una arista más para Telefónica: lograr incrementar su valor. Así, otro de los mensajes que Vila transmitió en reiteradas ocasiones a los analistas fue el de que tanto el grupo como la filial tenían el “objetivo” de “comunicar y explicar” el valor de dicha área. También el de hacer ver al mercado que no solo se debe valorar a la compañía y su área tecnológica como la suma de dos partes, sino que las sinergias entre ambos balances y actividades debe elevar esa valoración. “Debemos tratar de convencerlos [a los inversores] de que es más que la suma de las partes”, concluyó el consejero delegado.
TECH SE PONE COMO OBJETIVO LOS 1.500 M€
Para ello, la filial tecnológica del grupo parece estar lanzada. Los ingresos en el primer trimestre de 2022 se aceleraron a una tasa del 80,6%, respecto a los mismos meses del año pasado. Un avance “sólido” que se dio “en todos los negocios apoyados por la integración de las operaciones en 2021”, explicó la propia Telefónica. Entre las áreas que más sobresalieron destaca la de ciberseguridad que “está funcionando por encima de las expectativas”. También está creciendo “a dos dígitos” el segmento de IoT. Además, el grupo pone de relieve que “las adquisiciones recientes reforzaron el potencial de crecimiento de Ttech como lo muestran las cifras del primer trimestre”.
Entre las adquisiciones destacan la expansión internacional del grupo que le está llevando a territorios claves como Alemania o Reino Unido. De hecho, los últimos movimientos corporativos destacados del grupo se realizaron en dichos territorios. En concreto, hace solo un par de días Telefónica anunció la compra de la tecnológica alemana Acceleration Holding por hasta 350 millones de euros. Por su parte, la filial de la operadora española inició esa internacionalización, el verano pasado, en territorio inglés al adquirir Cancom Uk&I por hasta 400 millones, en la que fue su mayor adquisición desde 2015.
La integración de las nuevas compras y las sinergias dentro del grupo ayudarán a disparar los ingresos en 2022. De hecho, Vila se comprometió con los analistas a que la filial superará los 1.500 millones de ingresos para final de año. Un crecimiento importante de cara a una futura colocación a inversores, que podría llegar cuando el grupo crea conveniente que debe volver a abrir el grifo de las inversiones. Hasta entonces, Telefónica ya ha dado la orden que dice: ‘se puede mirar, pero no tocar’.