Los asesores fiscales en España se reparten en tres grandes grupos. Los hay que son un brazo más de la Agencia Tributaria, conminando a los clientes a pagar todos los impuestos posibles para evitar líos con el fisco; también existen quienes montan estructuras empresariales opacas con la finalidad de evitar deliberadamente el pago de tributos y ahorrarse momentáneamente el dinero, hasta que les cazan; y los juegan con la creatividad financiera y tratan de interpretar la legislación con el fin de ahorrar un dinero legalmente obtenido y evitar que entre en las arcas públicas.
Todos ellos, no obstante, realizan su labor en aguas turbias. Y es que, desde hace décadas son los grandes señalados por la Agencia Tributaria por ser «colaboradores necesarios» de las actividades mercantiles de los clientes. De hecho, son los propios clientes quienes les señalan en los juicios con frases lapidarias como «seguía los pasos dados por el asesor fiscal».
Estos especialistas no tienen una tabla de salvación o un salvavidas para estos casos. Además, tienen obligación de dar la alerta al Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales (Sepblac), cuya actividad con dirigentes del Gobierno venezolano se ha puesto en entredicho.
EL ASESOR FISCAL SE ARRIESGA EN CADA DECISIÓN
De esta forma, el legislador no ha puesto en marcha una regulación -ni se la espera- para delimitar la actuación de los asesores fiscales. «No hay una línea roja clara», ha asegurado Diego Cabezuela, uno de los abogados penalistas más prestigiosos de España y socio director del Círculo Legal, entre otros cargos. «Ser asesor fiscal es una profesión de riesgo porque no está regulada», ha indicado en una entrevista telefónica con MERCA2.
A diferencia de otras profesiones, como médicos o abogados, el asesor fiscal no tienen una referencia clara sobre qué pueden o no deben hacer. «En muchas ocasiones, cuando participan en estructuras fiscales, se ven envueltos en procedimientos penales«, ha sostenido.
Si bien, su cooperación es muy clara en determinados casos, como los casos penales detectados con estructuras societarias opacas en paraísos fiscales mediante testaferros u hombres de paja. No obstante, en cuestiones tributarias más discutibles se producen los señalamientos de clientes al asesor, motivo por el que posteriormente son investigados. Sin esta línea roja marcada y fijada, la mayoría de los asesores fiscales actúan de «forma timorata» para evitar cualquier conflicto con la Agencia Tributaria.
EL ASESOR FISCAL DESCARTA LAS PROPUESTAS AUDACES
Entre los asesores fiscales hay temor a cualquier propuesta «mínimamente audaz» de los clientes debido a estas consecuencias. Y es que, la Agencia Tributaria ha perseguido a nivel mediático a los jugadores de élite y ‘youtubers’ desde hace años. «La mayoría de los asesores fiscales fueron condenados en estos casos», ha sostenido el abogado penalista.
La mayoría de los asesores fiscales fueron condenados en estos casos
No obstante, existen excepciones en esta norma. No todas las estructuras societarias son ilegales de por sí, incluso las ubicadas en paraísos fiscales. De hecho, tener una sociedad o patrimonio en los países de baja tributación es perfectamente legal, aunque de ello hay que informar a la Agencia Tributaria.
Un claro ejemplo de la persecución de la Agencia Tributaria contra los famosos futbolistas es el de Xabi Alonso. El ahora entrenador de la Real Sociedad B ha ganado hasta en cinco ocasiones al fisco en los tribunales, y aún andan tras él con una nueva investigación. Su ejemplo ha sido posible gracias a una estructura societaria impecable por parte de sus asesores fiscales y también acompañado de una mayor transparencia que el resto. El secreto y la clave de estas victorias reside en que no guardó nada ni ocultó dato alguno en sus declaraciones. La Agencia Tributaria disponía de toda la información y la disputa sólo se dirimía en dónde debía abonar los impuestos.
LA AGENCIA TRIBUTARIA NO PUDO CON XABI ALONSO
«A pesar de trasladar los derechos de imagen, como todo el mundo, a una sociedad en el extranjero hizo la declaración en España», ha indicado. «No hubo ocultación«, ha sostenido. En la mayor parte de los otros casos, la declaración no se había realizado. No obstante, ha habido otras victorias ante la Agencia Tributaria, como la de Gerard Piqué; mientras la investigación de Hacienda ha obligado a pagar cuantiosas cantidades a otros grandes futbolistas, como al exjugador del FC Barcelona Lionel Messi o el exdelantero luso Cristiano Ronaldo.
El problema de la mayoría de los reconocidos jugadores ocultaron sus sociedades para eludir el pago de impuestos. CR7, como se le conoce al portugués, se declaró culpable, como Messi, para evitar entrar en prisión y zanjar la cuestión. No obstante, su defensa se basó en que sus derechos de imagen no sólo se generaban en España, sino a nivel mundial, en todos los países. Sin embargo, la Agencia Tributaria se mostró implacable al respecto.
HACIENDA OBLIGADA A PAGAR MÁS DE CINCO MILLONES EN EL ÚLTIMO LUSTRO
«Hasta la llegada de Xabi Alonso, todos los casos de futbolistas acabaron en condena«, ha afirmado. El exfutbolista ganó «porque su caso era distinto. No ocultó su patrimonio ni sus empresas en el extranjero».
Cabezuela cree que la legislación debe ser más clara ante el limbo en el que se encuentran los asesores fiscales. Las directrices del legislador deben «ser claras«, con propuestas concretas sobre qué puede hacer ante los planteamientos que les piden sus clientes.
No obstante, la Agencia Tributaria no siempre gana en los tribunales. El caso de Xabi Alonso o el de Piqué no son los únicos ni tampoco excepciones. La Agencia Tributaria ha tenido que pagar más de cinco millones de euros en los últimos cinco años por sentencia judicial a los contribuyentes. Sólo en 2021, la cantidad superó los 750.000 euros.
EL FISCO PIERDE UNO DE CADA CINCO CASOS JUDICIALES
Y es que, pese a que el Gobierno asegura que sólo se anulan el 0,29% de las actuaciones emprendidas por el fisco, la realidad es que su voracidad le hace traspasar todas las líneas y acaban pagando de nuevo los contribuyentes de su bolsillo. En el último lustro, la Agencia Tributaria ha demandado en los a 9.500 contribuyentes por asuntos fiscales. De los casi 5.000 casos cerrados, los jueces han quitado la razón a la Agencia Tributaria en 1.174 ocasiones.
Es decir, el 23% del total, casi uno de cada cuatro casos. Un nuevo excesivo y difícil de sostener para el resto de la ciudadanía y una muestra de la capacidad de uno de los entes mejor dotados y con uno de los mayores presupuestos del Estado.
En concreto, para este año, pese a las dificultades que atraviesan los españoles, el Gobierno y sus socios han concedido un incremento del Presupuesto del 9,3%, hasta alcanzar los 1.212 millones de euros. Sin embargo, a lo largo del año se añadirán otros 500 millones para alcanzar la cifra «histórica» de los 1.700 millones, según afirmó María Jesús Montero, ministra de Hacienda. Sólo la Agencia Tributaria devora el 13,5% del total de las partidas presupuestarias de los entes públicos. Quizá así se entiende también el récord de la recaudación de la Agencia Tributaria en estos tiempos tan convulsos.