Es la época de escapadas y de vacaciones. Con la llegada del buen tiempo, y tras dos años muy duros entre covid, crisis, inflación… lo que más apetece es viajar y disfrutar con familia y amigos de tiempo libre, naturaleza, montaña, playa, pero también hay sitio para la cultura. España va sobrada también de eso, con una oferta histórico-monumental que solo supera en el mundo Italia. Uno de los reclamos más importantes durante todo el año pero también en verano son los pueblos medievales en este caso, donde trasladarte a otros tiempos y donde parece que el tiempo se ha detenido. Vamos a darte suficientes ejemplos para que tengas destinos durante meses que nunca olvidarás más allá de los típicos destinos de playa y chiringuitos.
8LA HERMIDA, OTRA HUIDA MEDIEVAL PERFECTA EN CANTABRIA
Estamos ante otro pueblo que no llega a los 100 habitantes pero que es centro de un espectacular emplazamiento en el desfiladero de La Herminda y a su balneario. El desfiladero de La Hermida está declarado Lugar de Importancia Comunitaria y está considerado Zona de especial protección para las aves.
En el municipio encontramos la Iglesia parroquial, construida en los años 1970 y que alberga una Dolorosa policromada del siglo XIX, la ermita de San Pelayo, del siglo XIII. La Hermida es conocido por su fuente de aguas termales explotadas desde mediados del siglo XIX en su balneario. A pesar de lo remoto es un entorno donde no te aburrirás porque ofrece un gran abanico de actividades, como el senderismo, montañismo, escalada o pesca.
TRUJILLO, UNO DE LOS PUEBLOS MÁS BONITOS DE EXTREMADURA Y DE ESPAÑA
Y del norte nos vamos bastante al sur, hasta Extremadura, que también cuenta con numerosos pueblos medievales impresionantes. Una región que es pura historia desde la antigüedad. Trujillo no es solo uno de los pueblos más bonitos y más visitados de Extremadura y de España, una escapada perfecta. No es casual: hay muchas razones para que bien merezca la pena una visita hasta estas tierras de la provincia de Cáceres. Una de ellas es su vasto patrimonio histórico. Si decides venir hasta aquí, podrás visitar el castillo de Trujillo, el Palacio de Juan Pizarro, el de la Cadena, las ermitas de San Lázaro y Santa Ana o la iglesia de Santa María la Mayor. Con tanto patrimonio histórico no es de extrañar que Trujillo haya sido declarada como Bien de Interés Cultural.
SI VAS A EXTREMADURA, PLASENCIA ES OBLIGADA
Es otro de los pueblos talismanes de Extremadura, y de obligada visita si vas a esta comunidad. Pasear por sus calles es una experiencia que muy pocos pueblos pueden ofrecer a su visitante. Se ubica a tan solo 80 kilómetros de Cáceres y está rodeada de un paraje impresionante: al lado del valle del Jerte y rodeado por los montes de Traslasierra.
Su monumentalidad es impresionante: tiene dos catedrales, 13 históricas iglesias y varios santuarios y ermitas. Y por si fuera poco, el pueblo está rodeado por una de las murallas más bonitas de todo el país y de las que mejor estado de conservación tiene.
JEREZ DE LOS CABALLEROS
De la provincia de Cáceres con Alcántara, volvemos a la de Badajoz. Jerez de los Caballeros ha sido declarada Conjunto Histórico-Artístico en el año 1966. Una villa señorial y noble con un laberinto de blancas calles y cuestas con gran regusto medieval.
Su aspecto actual se remontaría al siglo XIII, cuando fue cedida a la Orden del Temple, cuyos últimos caballeros murieron en la torre Sangrienta de la localidad, que está en la fortaleza del siglo XIII, con su recinto amurallado con jardines y atalayas. No olvides visitar la iglesia barroca de San Miguel en la Plaza de España, la parroquia de San Bartolomé y la casa museo de Núñez de Balboa.
ALBURQUERQUE, OTRO PUEBLO MEDIEVAL DE OBLIGADA VISITA
Terminamos con este pueblo medieval histórico. Albuquerque es un municipio de Badajoz con mucho encanto con monumentos característicos levantados en la Edad Media que aún se conservan. En su casco histórico está el Castillo de Álvaro de Luna con una muralla que rodea el barrio gótico judío. No dejes de visitar tampoco el barrio gótico medieval, la Iglesia de Santa María del Mercado e Iglesia de San Mateo, la Antigua Muralla de Alburquerque, el Convento de la Madre de Dios y el Museo Etnológico Juan Castaño.