viernes, 22 noviembre 2024

Alemania se fija en el modelo de Enagás para acabar con su dependencia rusa

El sistema energético alemán se prepara para una nueva era tras rechazar la certificación del gasoducto Nord Stream 2, cuya puesta en marcha iba a garantizar el suministro de este hidrocarburo a Europa elevando aún más la dependencia del vecino ruso. La presión de la OTAN (sobre todo de EEUU) y la guerra de Ucrania han enterrado esta infraestructura y ahora el Gobierno germano se prepara para implantar un modelo que le permita importar Gas Natural Licuado (GNL). Y en esa materia España es una referencia, a través de su empresa Enagás.

«UN GRAN POTENCIAL» DE COLABORACIÓN

Ya el pasado marzo el ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, señaló que había «un gran potencial» de colaboración con España debido a las siete plantas regasificadora que tiene nuestro país. El país centroeuropeo abandonó la energía nuclear tras el desastre de la central de Fukushima y, en lugar de construir este tipo de infraestructuras para tratar el GNL, lo fio todo a Nord Stream 2 al mismo tiempo que apostaba por las energías renovables.

El problema es que las fuentes solares y eólicas necesitan un respaldo para garantizar la seguridad del suministro y, al no tener capacidad gasista, Alemania ha aumentado la quema de carbón en sus centrales térmicas para poder generar electricidad a los hogares y a las empresas. 

con el nuevo escenario en el este de europa alemania quiere aumentar su capacidad regasificadora y españa es un actor importante

Ahora, con el nuevo escenario, Alemania ha comenzado un proyecto para aumentar su capacidad regasificadora y España es un actor importante. Fuentes comunitarias aseguran a MERCA2 que Lindner ha trasladado este interés a la vicepresidenta española. Ministra de Economía, Nadia Calviño, así como la necesidad de trabajar de forma conjunta para mejorar la interconexión de las redes europeas a energía.

Uno de los objetivos es que, a medio plazo, los países centroeuropeos puedan recibir gas de España, tanto el que recibe de Argelia como el que trata en sus plantas regasificadoras. Por eso en estos momentos se está estudiando la apertura de Midcat, proyecto para el cual es indispensable el compromiso del Gobierno francés. La idea original de este gasoducto es que trajera el hidrocarburo del norte al sur de los Pirineos, pero las necesidades han cambiado.

MEJORAR LA INTERCONEXIÓN CON FRANCIA

La geopolítica del año 2022 hace indispensable mejorar la interconexión española con Europa y esta infraestructura que fue abandonada hace tres años, cobra ahora importancia. Un gasoducto de casi 200 kilómetros que uniría Girona con el sur de Francia y permitiría transportar aproximadamente el 5% del gas que ahora vende Rusia a Europa.

Junto a la ampliación de la conexión de España con el resto de países del Viejo Continente, el otro gran objetivo de Alemania es construir plantas regasificadoras. Antes de la intervención militar rusa no disponía de ninguna y ahora el Gobierno germano trabaja a toda velocidad para poner en marcha dos terminales en Brunsbuttel y Wilhelmshaven. 

ALEMANIA DESTINARÁ 3.000 MILLONES DE EUROS PARA CONSTRUIR TERMINALES FLOTANTES en las que RECIBIR y tratar EL GAS NATURAL LICUADO (GNL)

Lindner ha comunicado al Parlamento que destinará 3.000 millones de euros a terminales flotantes de GNL durante los próximos años y la energética alemana RWE considera que los primeros buques podrían empezar a ya a entregar el hidrocarburo el próximo invierno, una vez que se haya completado también la conexión de la infraestructura por tierra.

Fuentes del sector gasista español indican a MERCA2 que el actual contexto es favorable para «poner en valor el conocimiento (know how) acumulado tras años de trabajo en un área, el de la regasificación, en la que España es una potencia internacional.

Y aunque desde Enagás (que es el operador encargado de estas infraestructuras) no se quiere lanzar las campanas al vuelo –y sus directivos se muestran cautos sobre este principio de colaboración–, lo cierto es que una oportunidad para nuestro país.

LA VISITA DEL EMBAJADOR ALEMÁN

De hecho, el pasado dos de abril el embajador alemán en España, Wolfgang Dold, realizó una visita a a planta de regasificación que tiene Enagás en Cartagena y mantuvo una reunión con el responsable de la instalación, Fernando Santamaría, el director de Infraestructuras de la compañía, Claudio Rodríguez y la responsable de gestión de activos, Rosa Nieto. Un encuentro que fue publicitado por el propio aparato diplomático alemán en redes sociales

Visita embajador Merca2.es
Visita del embajador alemán a la planta regasificadora de Enagás en Cartagena el pasado abril.

Enagás, en cuyo accionariado está el Estado español (a través de la SEPI) junto con gigantes financieros como BlackRock o Bank of America, y el vehículo inversor de Amancio Ortega, dispone de cuatro plantas de regasificación en Barcelona, la citada de Cartagena, Huelva y Gijón. Además, cuenta con el 50% de la Planta Bahía Bizkaia Gas (BBG), en Bilbao, y el 72,5% de la terminal de Sagunto.

EL PASO DEL GNL

En estas instalaciones se realiza el paso del GNL de estado líquido a gaseoso. Llega en buques metaneros a una temperatura de 160 grados bajo cero, se descarga en las plantas y, mediante un proceso físico, para el que normalmente se utilizan vaporizadores con agua de mar, se aumenta la temperatura. Una vez devuelto a su estado original se inyecta en los gasoductos para transportarlo por toda la red.

cuando argelia decidió cerrar el gasoducto del magreb enagás amplió la capacidad de las plantas regasificadoras españolas

La apuesta por este tipo de infraestructuras ha cobrado especial importancia en los últimos meses, no sólo por la guerra de Ucrania y las sanciones occidentales que aspiran a eliminar la dependencia de los hidrocarburos rusos, sino por las propias necesidades del mercado español. Cuando Argelia decidió el pasado octubre cerrar el gasoducto del Magreb, Enagás decidió ampliar la capacidad de las plantas regasificadoras incrementando los slots para que las compañías energéticas pudieran traer más buques metaneros.

DURA COMPETENCIA

El problema, entonces, era que la dura competencia asiática dificultaba la llegada de estos barcos. La demanda de China, India, Japón y Corea se disparó, pagando en muchos casos más dinero del que ofrecían las energéticas españolas.

Sin embargo, ahora el compromiso de la Casa Blanca para enviar el GNL desde EEUU a Europa ha cambiado las tornas. De hecho, el país norteamericano aspira a convertirse en el primer exportador mundial, superando a Catar y Australia. En la actualidad ya es el principal suministrador de GNL a España, según reflejan los datos del boletín estadístico de Enagás. El gran problema es el precio, ya que es un 40% más caro que el que llega por los gasoductos rusos.


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