La campaña turística de Semana Santa se ha saldado con buenos datos para el sector. La recuperación de las llegadas internacionales ha elevado las expectativas de las empresas que basan su actividad en este pilar tradicional de la economía española y esperan una campaña veraniega con números similares a los contabilizados antes de la pandemia. Pero hay obstáculos gubernamentales que preocupan a las aerolíneas.
CAOS EN EL CONTROL DE PASAPORTES
El más importante es la negativa del Ministerio del Interior a reforzar los efectivos policiales en los aeropuertos para los controles de pasaportes, una cuestión que preocupa, y mucho, a las aerolíneas, que ven como sus clientes se ven obligados a esperar colas interminables, pierden vuelos y reclaman indemnizaciones por esta dejación de funciones del departamento que dirige Fernando Grande–Marlaska.
«Lo peor de todo es que no es un problema nuevo, sino que lleva arrastrándose desde hace tiempo sin que Interior atienda las demandas de las aerolíneas y ante la desesperación de AENA, que es la responsable de la infraestructura aeroportuaria y ve como las garitas de control de pasaportes están vacías mientras los pasajeros se desesperan», señalan a MERCA2 fuentes internas de la SEPI.
Es la misma denuncia que hace la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), planteando la necesidad de reforzar especialmente los aeropuertos en los que existe una mayor densidad de tráfico internacional, como Madrid, Málaga, Sevilla, Alicante, Ibiza y Alicante.
La patronal lleva meses solicitando al Gobierno un aumento de los efectivos policiales por el incremento de demanda derivado del fin de las restricciones, especialmente del mercado británico. Tras el Brexit las nuevas medidas migratorias requieren un mayor tiempo de registro.
El presidente de ALA, Javier Gándara, hizo hincapié en esta cuestión hace unos días cuando valoró la campaña de Semana Santa y anunció las previsiones de las aerolíneas para la temporada estival, certificando que la oferta de asientos en la red nacional de aeropuertos alcanza los niveles anteriores a la pandemia.
«Será el primer verano con tráfico normalizado tras eliminar el Gobierno británico todas las restricciones. Esta Semana Santa ya ha habido problemas y en Madrid más de 3.000 pasajeros han perdido vuelos por las largas colas en los controles de pasaporte. Esta situación hay que evitarla en la temporada alta y para ello urgimos a que se planifique una dotación suficiente de Policía Nacional», señaló.
REYES MAROTO ADMITE QUE HAY UN PROBLEMA DE EFECTIVOS POLICIALES EN LOS AEROPUERTOS Y PROVOCA LA IRA DE GRANDE–MARLASKA
Hasta ahora el Ministerio del Interior ha hecho oídos sordos a esta reclamación del sector aéreo, todo lo contrario que el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, que ha asegurado públicamente que el Gobierno es consciente del problema y que existe un grupo interministerial de trabajo (creado durante la pandemia) que ya «está trabajando para que se haga ese aumento de efectivos para hacer más ágiles los controles y estar mejor preparados de cara al verano».
Sin embargo, según ha podido saber este diario, las declaraciones de la ministra –efectuadas en Antena3 el pasado 26 de abril, han sentado mal en el departamento que dirige Grande–Marlaska, ya que supone admitir que Interior no ha cumplido con su tarea y ahora hay que arreglar el desaguisado. Se trata de una muestra más de la falta de coordinación entre los distintos ministerios y la existencia de egos en el Gobierno que entorpecen las actividades del sector privado.
FAVORECER AL TREN EN DETRIMENTO DEL AVIÓN
Otro de los elementos de disputa entre el sector aéreo y el Ejecutivo, que permanece soterrado porque las compañías no quieren enfrentarse abiertamente con La Moncloa, es la estrategia de primar al transporte ferroviario usando como excusa la cuestión medioambiental.
En la SEPI son conscientes de que las decisiones que se toman en este sentido suelen beneficiar a Renfe en detrimento de AENA, que ve como su competidor natural recibe todo el apoyo gubernamental mientras el transporte aéreo se pone en un segundo plano.
ABANDONO INSTITUCIONAL
Sirva como ejemplo de este abandono institucional lo ocurrido el pasado diciembre en el Congreso de los Diputados, cuando se aprobó la norma que obliga a AENA a rebajar el alquiler que cobra por sus locales comerciales, beneficiando a grandes fondos de inversión.
La enmienda, incluida por la puerta de atrás en en el Proyecto de Ley de Ordenación del Transporte Terrestre, fue aprobada a pesar de que el gestor aeroportuario duda de su constitucionalidad. En la votación el PSOE se abstuvo, a pesar de que es quien dirige la SEPI, que es quien controla AENA a través de Enaire.
SUBIDA DEL PRECIO DE LOS BILLETES
Finalmente, en el sector turístico tampoco se comprende la razón de que el Gobierno dejara fuera al transporte en el plan para hacer frente a las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania.
No existe ninguna medida de apoyo y, al mismo tiempo, desde la Comisión Europea se insiste en la necesidad de avanzar en la agenda de descarbonización, lo cual está impactando sobre el precio de los billetes. En el caso de los operadores ferroviarios se anuncian subidas de tarifas de hasta el 30%, mientras que las aerolíneas aplazan a 2023 el incremento de las mismas.