Si te encanta llegar a casa, después de una jornada de trabajo, y deshacerte de los zapatos nada más entrar para caminar descalzo, debes saber que tienes razones para ello, más allá de la simple comodidad. Los expertos en podología y traumatología lo confirman y nos lo recuerdan: nuestros pies se liberan sin los zapatos, y de hecho están preparados para caminar descalzos.
Sin embargo, la mayoría pensamos que el pie tiene que estar siempre protegido por algún tipo de calzado. Además de que a menudo utilizamos zapatos o zapatillas inadecuadas, eso no verdad, ya que no descalzarse nunca puede provocar que algunos músculos no puedan trabajar correctamente.