Si te encanta llegar a casa, después de una jornada de trabajo, y deshacerte de los zapatos nada más entrar para caminar descalzo, debes saber que tienes razones para ello, más allá de la simple comodidad. Los expertos en podología y traumatología lo confirman y nos lo recuerdan: nuestros pies se liberan sin los zapatos, y de hecho están preparados para caminar descalzos.
Sin embargo, la mayoría pensamos que el pie tiene que estar siempre protegido por algún tipo de calzado. Además de que a menudo utilizamos zapatos o zapatillas inadecuadas, eso no verdad, ya que no descalzarse nunca puede provocar que algunos músculos no puedan trabajar correctamente.
2LA PISADA ES MÁS NATURAL
Cuando se camina descalzo durante un tiempo, se puede percibir un cambio notable en la manera de andar y en la postura corporal. Esto ocurre porque el calzado tiene un poco de tacón en la parte de detrás, y esto tiende a provocar que los gemelos se acorten ligeramente. Esto afecta a la postura y al tipo de pisada, según aseguran los podólogos. Esto se agrava aún más si se utilizan tacones altos con frecuencia. Por eso, caminar descalzo siempre que se pueda, nos ayuda a trabajar de nuevo esa musculatura para reforzarla y mantenerla activa, así como a mantener en buen estado los ligamentos, los tendones y los músculos de los pies y las piernas.