Si te encanta llegar a casa, después de una jornada de trabajo, y deshacerte de los zapatos nada más entrar para caminar descalzo, debes saber que tienes razones para ello, más allá de la simple comodidad. Los expertos en podología y traumatología lo confirman y nos lo recuerdan: nuestros pies se liberan sin los zapatos, y de hecho están preparados para caminar descalzos.
Sin embargo, la mayoría pensamos que el pie tiene que estar siempre protegido por algún tipo de calzado. Además de que a menudo utilizamos zapatos o zapatillas inadecuadas, eso no verdad, ya que no descalzarse nunca puede provocar que algunos músculos no puedan trabajar correctamente.
1CAMINAR DESCALZO RESTABLECE LA ENERGÍA
Caminar descalzo siempre que se pueda, en casa, o en espacios exteriores como la playa o en zona de césped, puede ayudar a mantener la musculatura del pie en un estado óptimo y, por lo tanto, reducir el riesgo de lesiones y molestias. Por otro lado, terapias como la acupuntura y la reflexología demuestran que en la planta de los pies hay importantes terminaciones nerviosas, a través de las cuales podemos liberar tensiones. Según algunos estudios, caminar descalzos nos puede ayudar a restablecer el flujo energético de cuerpo a través de los pies. Pero hay otras razones relevantes por las que desnudar nuestros pies en casa.