«Le informamos que el Consejo de Administración de Wallbox ha decidido designarte como uno de los beneficiarios del plan de opciones sobre acciones -stock option- de la compañía». Esta es la declaración por escrito que reciben los empleados escogidos por la compañía catalana fundada por Enric Asunción para beneficiarse de esta retribución.
El trabajador puede aceptar estas opciones sobre los títulos de la compañía, o bien no ejercer este derecho. Si finalmente el empleado prefiere percibir estos instrumentos financieros, que sirven en bandeja ser accionista del unicornio catalán y cotizado en Wall Street, el trabajador tendrá que permanecer en el accionariado durante al menos dos años, así como otra serie de condiciones descritas en el plan, como la consecución de los objetivos fijados por el Consejo de Administración.
La empresa ha ejercido este plan durante la pandemia, pero lo prorrogará indefinidamente en el futuro con la intención de mantener y atraer talento, personal muy valioso para la tecnológica. Y aún más cuando se encuentra en una fase de rápida expansión. El objetivo principal de Wallbox es lograr una facturación de 1.000 millones de dólares en 2025, más de cien veces más que las previsiones de facturación del cuarto trimestre de este 2022. Y es que, las ventas de la compañía se sitúan en los 85 millones, un 266% más respecto al 2020.
LAS STOCK OPTIONS DE WALLBOX TRIBUTAN ANTE HACIENDA
Estos instrumentos tributan ante Hacienda. De hecho, sólo están exentos en España los primeros 12.000 euros, mientras que la base imponible disfruta de una reducción del 30% debido a rendimientos irregulares. A modo de ejemplo, un empleado que percibiera 20.000 euros en opciones sobre acciones tendría que abonar al fisco 1.568 euros. Este gravamen recae única y exclusivamente sobre el empleado.
«Cualquier retención se practicará de conformidad con la legislación fiscal aplicable en cada momento, aunque dicha retención no hubiera sido practicados y exigidos por las autoridades fiscales, serán de cargo del Beneficiario y, en su caso, de sus causahabientes«, indica el plan de Wallbox.
Asunción tiene la potestad, además, de designar a los empleados de esta retribución en opciones, así como fijar el número de éstas y demás condiciones a nivel particular. También diseña el plan y la interpretación de las condiciones generales para evitar malentendidos.
LA ESTRECHA VINCULACIÓN DE LOS EMPLEADOS CON WALLBOX
«Es una forma de poder atraer al mejor talento del mundo y especialmente las cotizadas», ha asegurado Asunción a preguntas de MERCA2. Durante la pandemia, el 76% de los empleados tenían acceso a las stock options de Wallbox. Si el trabajador las aceptaba, se le reducía el sueldo en efectivo. «La gran mayoría de los trabajadores de Wallbox se sienten y son dueños», ha sostenido. «Se crea una gran vinculación», ha indicado.
Según ha sostenido, los especialistas en compañías de alto crecimiento aconsejan este tipo de pagos a los trabajadores «clave», pero Asunción lo hace extensible también a una gran parte del resto de empleados. «Si a la compañía y a los accionistas les va bien, los trabajadores reciben estas stock options», ha zanjado.
LA AUSENCIA DE SÁNCHEZ EMPAÑA LA PUESTA DE LARGO DE WALLBOX
Asimismo, la líder de los cargadores eléctricos busca liderar el mercado en Estados Unidos, pero sin descuidar ni China ni Europa. Para esta estrategia, Wallbox instalará una fábrica en cada una de las áreas geográficas extranjeras y dos en Barcelona.
La última de ellas se ha inaugurado este miércoles, con la ausencia comunicada a última hora de Pedro Sánchez. En su lugar, ha asistido Reyes Maroto, ministra de Industria, junto con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, y las alcaldesas de Hospitalet y Barcelona, Núria Marín y Ada Colau. También ha acudido a la puesta de largo de la nueva fábrica, de 11.000 metros cuadrados, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, como Pere Navarro, delegado especial del Estado en la Zona Franca de Barcelona.
Asunción, junto al otro cofundador de la entidad, Eduard Castañeda, y al director financiero, Jordi Laínz, han desgranado los objetivos fijados para esta fábrica. Y es que, la transformación del unicornio catalán en los últimos siete años es más que palpable. En 2015 sólo disponía de un cargador y destinado a las viviendas, ahora tiene varios bidireccionales, para particulares, empresas y vía pública.
WALLBOX PIDE AL GOBIERNO «HACER MÁS» POR LA MOVILIDAD ELÉCTRICA
«Para Wallbox esta fábrica es un paso más para poder liderar el sector de la carga de vehículos», ha sostenido un exultante Asunción. Si bien, se ha mostrado exigente ante la Administración para pedir una infraestructura de carga rápida «fiable» y desarrollar la tecnología para allanar el camino hacia la transición energética.
En su crítica velada, ha recibido con agrado los 125 millones de euros que ha dispuesto el Gobierno para el plan Moves III y los PERTE de 11.200 millones para el vehículo eléctrico y microchips. Pero, para Asunción aún falta más, «se puede hacer más«. La empresa dirigida por Asunción, por el momento, está valorando y analizando un decena de proyectos para poder participar en un ‘hub’ empresarial, aunque no hay nada cerrado.
«España puede estar en el centro de la movilidad eléctrica del futuro«, ha asegurado. Por este motivo, ha considerado la necesidad de implementar las ayudas a imagen y semejanza de Reino Unido y Alemania.
En este sentido, en Reino Unido se ha diseñado un ambicioso plan donde los edificios de nueva construcción tienen que tener instalados cargadores eléctricos, mientras se prohibirán la venta de vehículos de combustión a partir de 2030. En Alemania, por su parte, los compradores de vehículos eléctricos perciben una subvención de 9.000 euros, mientras que los híbridos enchufables reciben 6.750 euros. Estas ayudas estarán vigentes hasta el 1 de enero de 2023, momento en el que se reducirán drásticamente para desaparecer por completo en 2025.
WALLBOX TENDRÁ UNA CAPACIDAD DE PRODUCIR UN MILLÓN DE CARGADORES ANUALES
Y es que, la instalación de cargadores en la vía pública española marcha a un ritmo asombrosamente lento en comparación con el Norte de Europa. Y Wallbox quiere ser parte de la solución. La nueva fábrica sería un ariete para sembrar las carreteras, empresas y viviendas particulares de cargadores eléctricos. Entre los modelos existentes se encuentran el Pulsar, Quasar, Commander, Supernova e Hipernova.
En la fábrica de Barcelona se ensamblarán las piezas de cada uno de los cargadores para distribuirlas por toda Europa. La inversión realizada por la compañía en ‘D26’ -correspondiente con la calle y el número de la ubicación- es de nueve millones de euros y un contrato de arrendamiento de diez años. En esta planta se emplean a 203 personas actualmente. Sin embargo, podría alcanzar un total de 520 personas, con una capacidad total de 750.000 cargadores anuales. Por el momento, no hay fechas sobre cuándo llegará a su límite máximo.
Wallbox estima que podrá alcanzar el millón de unidades producidas entre las cuatro fábricas ubicadas en Sant Andreu de la Barca, la Zona Franca, Arlington (Texas) y China, pero no quiere decir que llegará a esa capacidad. En la nueva planta, se ha incluido una estructura, de Mecalux, para gestionar y almacenar más de 43.700 cajas y 3.600 pallets. Wallbox espera automatizar la mayoría de procesos en el futuro. Por el momento, mantiene el control y trazabilidad total de todos los paquetes del almacén, incluyendo los manipulados por los empleados. Todos y cada uno de los cargadores pasan por un exhaustivo control de calidad antes de su embalaje final.
IBERDROLA Y UN PEDIDO DE 10.000 CARGADORES DE WALLBOX
Para ahorrar energía, Wallbox no sólo dispone de la batería de los vehículos estacionados en el párking, sino también con más de 4.500 metros cuadrados de paneles solares por el techo de la fábrica. «En algunos momentos producirán mucha más energía de la que consumirá», ha asegurado Asunción. En total, 900 kW. Todo este sistema de energía limpia se integrará en el sistema Sirius, que optimiza el consumo energético, cargando y descargando los vehículos en el momento oportuno.
La empresa, además, ha sorteado los cuellos de botella y la falta de semiconductores con un férreo control de proveedores. Por este motivo, puede realizar la entrega de pedidos en apenas tres días, mientras que la competencia no ha podido ni fabricar los cargadores. Esta ventaja de Wallbox ha sido crucial a la hora de incrementar las ventas en el último trimestre del año.
También por este motivo, Iberdrola ha podido realizar un pedido de 10.000 cargadores, aunque sin definir el tipo, y aún se está cerrando algunos flecos del acuerdo. Asunción no ha desvelado si hay más empresas que hayan realizado un pedido con un volumen similar, pero ha mencionado que tienen una importante cartera de clientes. Y es que, Iberdrola no sólo es cliente de Wallbox, sino también su socio estratégico y máximo accionista institucional.