Recoger las heces del perro es una obligación de cada dueño, pero lamentablemente no todo el mundo cumple con ella. Además, en España no existe una norma con rango que ley que regule su prohibición y sanción en el ámbito nacional. Los excrementos se consideran residuo urbano y la gestión la lleva a cabo cada ayuntamiento, que impone su propia normativa para obligar a los dueños de los canes a cumplir con el deber de mantener limpias las calles.
2ANÁLISIS DEL ADN
Los avances científicos se han puesto recientemente al servicio de esta causa. A principios de 2022 ya eran 36 los municipios que utilizan el ADN canino para sancionar y mejorar la limpieza de los espacios urbanos. Esta técnica consiste en analizar los excrementos dejados en la vía pública para identificar a la mascota y por consiguiente a su dueño, que tendría que abonar una cuantiosa multa. Con este sistema se intenta fomentar la responsabilidad ciudadana y disuadir a los propietarios de que abandonen las heces de sus perros en mitad de la calle.