Corría el año 1995 y estaba a punto de ocurrir uno de los mayores hitos de la prensa rosa española. Jesulín de Ubrique se consagró en 1994 y se convirtió rápidamente en un joven matador increíblemente popular entre las mujeres aficionadas a la tauromaquia. Era una especie de estrella del rock cañí y con traje de luces. Miles de féminas suspiraban con él y con frecuencia le arrojaban prendas de ropa interior como muestra de pasión. El gaditano se mostraba un poco tímido y no quería saber nada de novias. Hasta que llegó Belén.
3EL CULEBRÓN NUNCA TERMINA
Han pasado muchos años, y la mala relación entre Jesulín de Ubrique y Belén Esteban sigue siendo evidente, ya que ambos lo continúan haciendo públicos. Los problemas entre ambos, entre Belén y los demás Janeiro, además de las propias polémicas de la familia (incluyendo estafas y deudas con Hacienda), han llenado páginas y páginas en la prensa rosa, añadiendo capítulos nuevos de problemas y trifulcas, constantemente.