Corría el año 1995 y estaba a punto de ocurrir uno de los mayores hitos de la prensa rosa española. Jesulín de Ubrique se consagró en 1994 y se convirtió rápidamente en un joven matador increíblemente popular entre las mujeres aficionadas a la tauromaquia. Era una especie de estrella del rock cañí y con traje de luces. Miles de féminas suspiraban con él y con frecuencia le arrojaban prendas de ropa interior como muestra de pasión. El gaditano se mostraba un poco tímido y no quería saber nada de novias. Hasta que llegó Belén.
2UNA RELACIÓN BREVE Y CON MUCHOS ALTIBAJOS
La pareja se casó dos años después, y en julio de 1999 nacía su primera y única hija, Andrea Janeiro. En aquella época Belén se trasladaba a Ambiciones, la finca de la familia Janeiro, junto a su novio, y ahí comenzaban todos los problemas. En menos de un año abandonaba la casa junto a su bebé, poniendo fin a una relación que se había convertido en un infierno por culpa de su familia política. Sin embargo, a partir de ahí, comenzaría una nueva trayectoria profesional para Belén, que enseguida consiguió ganarse el cariño del público por su naturalidad.