Es uno de los dilemas de la vida cotidiana. Si hay algo que tomamos en abundancia, o al menos deberíamos, es el agua. Y la pregunta obligada es siempre si es mejor embotellada o del grifo. Es cierto que además el agua entre diferentes zonas y ciudades es muy distinta, con aguas con fama de gran calidad y otras donde recomiendan llenar tu despensa de garrafas de agua. En general, suelen recomendar el agua mineral embotellada, al tener todas las garantías de tomar algo tratado y testado, y de paso beneficiarse de su grado de mineralización. Desde luego, España es un país con buena agua pero que consume gran parte embotellada, como veremos.
5MENORES GARANTÍAS DEL AGUA DEL GRIFO
Hablamos de los contaminantes bacterianos. El agua del grifo no es un medio inerme ni muerto: tiene numerosos microorganismos que son más o menos resistentes al cloro y que son inofensivos para nosotros. Obviamente no hay peligro para tu salud, pero el riesgo no es cero, sobre todo por unas infraestructuras obsoletas en muchos casos. En el agua embotellada, excepto que haya errores en la cadena de producción, la probabilidad de contaminación es mucho menor.