El queso frito es una de esas recetas sencillas que puede sacarte de más de un apuro si descubres que no tienes mucho en la nevera o se presentan unos invitados sin avisar y quieres quedar bien.
Lo mismo te sirve como aperitivo para acompañar unas cervezas o una copa de vino que como entrante, o incluso a modo de cena para los peques de la casa. Lo que es seguro es que a todo el mundo le va a encantar.
8¡A la sartén!
Una vez que tengas todas las porciones listas puedes empezar a freírlas. En una sartén por abundante aceite a fuego medio. Cuando esté bien caliente puede ir añadiendo las raciones.
Procura no hacer demasiadas a la vez para que el roce entre las piezas no acabe provocando que el empanado se abra y el queso se salga.