El queso frito es una de esas recetas sencillas que puede sacarte de más de un apuro si descubres que no tienes mucho en la nevera o se presentan unos invitados sin avisar y quieres quedar bien.
Lo mismo te sirve como aperitivo para acompañar unas cervezas o una copa de vino que como entrante, o incluso a modo de cena para los peques de la casa. Lo que es seguro es que a todo el mundo le va a encantar.
5La técnica del doble empanado
Una de las características de esta receta es que vamos a utilizar la técnica del doble empanado, que resulta muy útil cuando aquello que empanamos es especialmente delicado y se puede romper.
Al aportar una capa extra de pan rallado lo que conseguimos es que los quesitos estén más protegidos al manipularlos y freírlos. Esto reducirá el riesgo de que las porciones se acaben abriendo mientras están en la sartén.