Casi todos nos hemos tragado un chicle en algún momento de nuestra vida, sobre todo de niños, y sin querer. Y a todos nos han advertido de lo peligroso que esto puede ser porque, o bien permanece hasta 7 años dentro del estómago o bien puede hacer que alguna zona del intestino se quede adherida a pegajosidad de la goma de mascar. ¿Qué hay de cierto en esto? ¿Hay que entrar un pánico si nos tragamos un chicle o si lo hace un niño?
7TAMBIÉN TIENE VENTAJAS
A pesar de todo, también hay que reconocerle algunas ventajas al consumo de goma de mascar. Al fin y al cabo es algo que se lleva haciendo desde tiempos prehistóricos. Masticar chicle estimula la producción de saliva, gracias a lo cual se reduce la acidez del estómago y la boca, a la vez que se mineralizan los dientes. También pueden ayudar a reducir la ansiedad y el estrés, y a mejorar la concentración. Esto ocurre porque el acto de masticar de forma repetitiva aumente el flujo sanguíneo hacia el cerebro.