La «tarifa ciudadana» de Barcelona Energia, la comercializadora energética pública del Ayuntamiento de Barcelona, ha disparado los precios en pleno incremento de la inflación debido a la fortísima subida de los precios energéticos. En 2020, esta empresa pública se jactó no sólo de no subir los precios cuando no había riesgo aún de inflación desbocada, pero en 2022 la cruda realidad le devuelve a su sitio.
Como está ocurriendo con numerosas comercializadoras eléctricas, Barcelona Energia ha tenido que hacer frente al incremento de los precios al tener que comprarlos en un mercado más caro que hace un año. Para Ada Colau y los responsables de esta compañía, que cuenta con tan sólo unos pocos miles de clientes particulares, la subida es menor que el de la competencia, pero incremento al fin y al cabo. La creación de esta empresa tenía como objetivo demostrar un menor precio que las grandes energéticas con el fin de captar más clientes.
BARCELONA ENERGIA NO LOGRA ATRAER NI AL 2% DEL ELECTORADO DE COLAU
En los años en los que no ha habido incremento no ha conseguido firmar ni siquiera con todos los Ayuntamientos gobernados por Podemos y sus confluencias. Además, sólo ha captado el 1,94% de los votantes de Barcelona en Comú Podem, el partido que sostiene a la alcaldesa de Barcelona.
Como al resto de comercializadoras pequeñas y sin músculo financiero que las respalde, Barcelona Energia tan sólo tiene dos posibilidades para aguantar esta tormenta que ha estallado en el mercado eléctrico desde mediados del pasado año y que se ha recrudecido con la invasión de Rusia a Ucrania.
TERSA GASTA 590.000 € EN MODERNIZAR LA WEB DE BARCELONA ENERGIA
Subir los precios y pedir una póliza de crédito de seis millones han sido las únicas alternativas para sostener la viabilidad de la comercializadora. El crédito lo ha pedido Tersa, que según sus propias cuentas está saneada. Todo ello para evitar acabar como una comercializadora quebrada, como ha ocurrido en más de 50 empresas debido al alza de la luz entre 2021 y 2022. En algunos de estos casos, ha sido la propia Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) la que ha instado a las empresas a cesar la actividad al no comprar la energía para cubrir la demanda de los clientes.
No es el único gran contrato que licita la matriz para la pública catalana. Esta misma semana ha anunciado un contrato por valor de 2,43 millones de euros para «el servicio de una agencia digital para la unificación del ecosistema digital de Barcelona Energia».
La matriz de Barcelona Energia pagará 590.000 euros para el servicio de una agencia digital para la unificación del ecosistema digital de la empresa pública de Colau
El presupuesto de este último contrato alcanza más de 590.000 euros con IVA, un montante que se destinará al «mantenimiento, análisis y optimización de la web de la compañía y el área privada de usuario». Asimismo, también tendrá que atraer tráfico hacia su web.
BARCELONA ENERGÍA COBRA 2,13 € MÁS SOBRE EL COSTE
Barcelona Energia asegura que su margen de beneficio es muy estrecho. De hecho, para una potencia media (2.0) y un consumo de 180 Kwh, tan sólo percibe «2,13 euros más de lo que nos cuesta. Sin embargo, la empresa pública de Colau ofrece un precio de 0,01185 €/kWh, un 10% más caro desde que inició la «tarifa ciudadana».
No obstante, pese a que se vende con un reducido margen de beneficio, el mínimo para poder cubrir los gastos de gestión, cabe recordar que esta empresa siempre ha tenido los precios más elevados que otras comercializadoras. Por esta razón, los consumidores no se fijaban, y ahora menos, en esta comercializadora. Y es que, en el mercado libre siempre ha tenido los precios más elevados, mientras que Endesa e Iberdrola han llegado a ser las más baratas de todas las ofrecidas en Barcelona. Otra de las eléctricas públicas en la órbita de Podemos, Eléctrica de Cádiz, que compite de tú a tú con Colau junto con Endesa, llegan a ofrecer precios más competitivos que Barcelona Energia.
Desde su inicio, Barcelona Energia tenía como objetivo alcanzar los 20.000 clientes, una meta fácilmente alcanzable al tratarse del 12% del total de los votantes de Colau en las pasadas elecciones de 2019. En 2019, solo consiguieron 1.500 clientes; en 2021 cerró con cerca de 3.000 clientes. Tres años para duplicar la contratación. La comercializadora energética sacaba pecho asegurando que no tenían que preocuparse del reparto de los dividendos y apretaban los márgenes.
UNA EMPRESA CON BENEFICIOS, PERO SIN RASTRO DE CLIENTES
Sin embargo, las cuentas muestran la tesis contraria. En 2019, ganó un 143% más respecto a 2018, con un beneficio de 5,6 millones frente a los 2,3 millones del ejercicio anterior. La mayoría de estas ganancias se debieron a las actividades de la compañía, y no tanto de los clientes. Por esta razón, los partidos de la oposición consideran que esta empresa debe cerrar al no haber conseguido los objetivos fijados y que ahora tendrá que sufrir su propio rescate financiero. Más, cuando ha destinado miles de euros en campañas publicitarias. La última de ellas, 250.000 euros.
El beneficio se debe principalmente a que todos los equipamientos municipales de la ciudad se abastecen a través de la nueva comercializadora, que cuenta con cerca de unos 5.000 puntos de suministro repartidos por la ciudad. El problema en este 2022 para Barcelona Energia es su formación de precios. El 80% está referenciado al mecanismo de la CNMC, pero el 20% provienen de placas solares y una planta de biogás instalada en el Garraf (Barcelona).