Cuando se menciona Nvidia, se relaciona directamente con la fabricación de semiconductores de mayor escala a nivel mundial. Pero esto en realidad apenas comenzó a ser reconocido debido a la situación creada por el COVID-19 y por la guerra propiciada por Rusia contra Ucrania. Anteriormente nadie sabía que era un semiconductor, a nadie le importaba ni tampoco se reconocía la función de Nvidia en el mundo.
Un semiconductor es un dispositivo electrónico que explota las propiedades electrónicas de materiales como el silicio, germanio y arseniuro de galio entre otros, los cuales son de propiedad básica semiconductora. Estos materiales, son producidos mayormente en China, Rusia, Estados Unidos e inclusive Ucrania y Taiwán de donde es originario Jen-Hsun Huang, Cofundador y siempre CEO de Nvidia. Si retomamos los países mencionados anteriormente, ya vamos entendiendo porque el problema de los semiconductores.
Este dispositivo se desarrolla en diferentes etapas hasta llegar al núcleo o módulo que se conoce como oblea, la cual se encarga de conducir o aislar electricidad y diversas funciones dependiendo del diseño. Aquí es donde entra Nvidia, pues esta empresa creada desde 1993 por Jen-Hsun Huang, Chris Malachowsky y Curtis Priem, se especializa en el diseño de semiconductores que revolucionó la GPU y, por ende, los juegos para PC, gráficos modernos, computación paralela y actualmente, la inteligencia artificial donde sus diseños son el cerebro de los ordenadores, smartphones, tablets, robots y sistemas multimedia de los vehículos autónomos que lideraran la tecnología del futuro.
RENTABILIDAD FINANCIERA
A través de estos módulos u obleas, se crea una tarjeta gráfica la cual se encarga de procesar los datos para transformarlos en información comprensible que se muestra en la salida de cada dispositivo y todo este diseño, Nvidia lo desarrolla pues quien en realidad lo fabrica es otro gigante de la industria llamado TSMC, este sí que es el mayor fabricante de chips del mundo.
Toda esta información hace referencia a la gravedad que la crisis creada por el covid-19 y subsecuentemente la guerra Rusa, han generado creando cuellos de botella desde los altos mandos políticos y de comercio entre países, hasta en los empleados que trabajan en línea para la producción de este tipo de productos, razón por la cual, la escasez de los semiconductores, de su materia prima y de los elevados costos de producción, son la queja constante ya no sólo del sector en particular, sino de las demás industrias que tienen la necesidad de un chip.
Entrando un poco más en la compañía, vemos que sus estados financieros generan rentabilidad año a año, así como beneficio para sus accionistas vía dividendos, nuevos productos en diseño, producción y mayores ingresos. Los últimos resultados presentados del cuarto trimestre con cierre a enero de 2022 superaron las expectativas del mercado reportando ingresos por 7,6 billones de dólares lo que representa un 53% de incremento frente al mismo periodo del año anterior.
ACCIONES A 400 DÓLARES
En la misma vía, los beneficios netos alcanzaron los 3 billones de dólares correspondientes a un incremento del 106% frente al periodo anterior. En lo que respecta al cierre de año, Nvidia incrementó sus ingresos un 61% alcanzando la friolera de 26,9 billones de dólares con beneficios netos del orden de 9,7 billones de dólares lo que significa un 125% superior al año anterior.
Las dos divisiones de mayor representación para los ingresos de Nvidia son la de chips para el sector de consumo la cual presentó un incremento del 37% alcanzando cerca de 3,4 billones de dólares y la división de ventas a centros de datos que tuvo un incremento del 71 % con más de 3,2 billones de dólares. Esto, gracias al impulso que le dieron los mayores centros de datos del mundo representados básicamente por AWS de Amazon, Google Cloud de Alphabet y Azure de Microsoft quienes utilizan los dispositivos de Nvidia para mantener vivo el software que sostiene la nube.
De esta forma, desde Wall Street valoran las acciones de Nvidia arriba de los 400 dólares por título en un promedio de uno a dos años si es que no lo logra antes dado que por más de tres años consecutivos esta compañía supera sus pronósticos de ventas y beneficios. Debido a la escasez de suministros para la producción de estos dispositivos lo cual, de acuerdo con la información comentada al inicio de este artículo, entendemos claramente que puede llegar a ser más complicada de lo que sucede hoy en día, las acciones de Nvidia vienen cayendo en las últimas dos semanas cerca de un -17% lo cual representa para Wall Street nuevas y mejores oportunidades.
ANÁLISIS TÉCNICO
Si revisamos el componente técnico, encontramos que las acciones se mantienen a favor de la directriz alcista creada desde marzo de 2020 con la llegada de la pandemia en niveles desde donde ha tenido una revalorización de más del 660% por lo cual, un retroceso cercano al -40% de su valor, es apenas normal.
En dicho retroceso, la acción ha desarrollado una directriz bajista que al mismo tiempo fue quebrada en la segunda semana de marzo, pero lo importante de ese movimiento de ruptura, es que se realizó apoyado desde la regularidad del mercado macro en el 61,8 de retroceso de Fibonacci de la última extensión. Al mismo tiempo, el precio se ubicó por encima de la media móvil exponencial de 50 periodos de corto plazo y actualmente se encuentra visitando la última regularidad medida que confluye con un soporte diario de febrero de 2022 en inmediaciones de los 240 dólares.
Por lo tanto, estaremos atentos al precio de apertura de la próxima semana el cual, de ubicarse por encima de los 240 dólares, dará señal de compra en busca de un primer objetivo en sus máximos históricos cercano a los 350 dólares. Si por otro lado, el precio de apertura se realiza con la ruptura a la baja de la regularidad de mercado por debajo de los 240 dólares, de seguro visitará la regularidad macro mensual que confluye con el soporte semanal de junio de 2021 en inmediaciones de los 204 dólares confluyendo al mismo tiempo nuevamente con la directriz alcista macro desde donde podríamos tener mejor precio de entrada con el mismo objetivo en el máximo histórico y un segundo objetivo, arriba de los 400 dólares, lo que haría entre un 60% a 100% de beneficio en el mediano plazo.