La salida a Bolsa de Ibercaja sigue siendo una incógnita y uno de los eventos empresariales más esperados del año a partes iguales. La caja aragonesa lleva posponiendo su debut bursátil desde hace un par de años. En esas, este año se antojaba clave para ver a Ibercaja en el mercado de valores. De hecho, la propia entidad bancaria aseguró que saldrían al parqué bursátil entre el 10 y 20 de febrero. Habiendo pasado más de un mes, Ibercaja sigue sin cotizar en el mercado de valores.
A pesar de esto, la compañía mantiene sus intenciones de dar el salto a la Bolsa. Es una idea que tarde o temprano se va a convertir en una realidad. Ibercaja quiere debutar, lo han dejado claro. El principal problema es que el mercado comienza a desconfiar de ese anhelo, y ven en Ibercaja un valor dudoso. Es decir, los potenciales inversores ven en la caja aragonesa un valor endeble y poco confiable. Hay que tener en cuenta que la empresa se echó para atrás apenas 10 días antes de su teórico debut.
LA VOLATILIDAD EL MERCADO FRENÓ A IBERCAJA
La entidad bancaria justificó el frenazo a su salto a la Bolsa por la actual volatilidad del mercado. La guerra entre Rusia y Ucrania se ha convertido en un quebradero de cabeza para varias empresas. Es cierto que el conflicto en el este de Europa fue uno de los escollos de las Bolsas globales. Aún eso, el panorama actual es bien distinto al que había hace un mes. Los mercados se están recuperando y, por ejemplo, el sector banca sigue avanzando en el Ibex 35. Lejos de esto, la reacción del mercado no fue buena. Ibercaja es esa compañía que lleva tiempo en la lista de espera de la Bolsa y, sin embargo, no da el paso definitivo a su incorporación al mercado de valores.
«UNA PARTE DE LOS INVERSORES PUEDE RETROCEDER EN SU INTERÉS POR IBERCAJA»
Quizás Ibercaja no tuvo en cuenta que el mercado ya muestra cierto recelo. La caja aragonesa, a través de sus decisiones, se ha convertido en un valor endeble que, a su vez, deja ciertas dudas. Darío García, analista de XTB, expresa que «es posible que una parte de los inversores pueda retroceder en su interés sobre el valor«. De haberse materializado el debut bursátil, es cierto que en primera instancia el valor podría haber sufrido. La guerra, unido a la creciente inflación y la volatilidad zancadilleó la cotización de casi todas las empresas de la Bolsa. Aún eso, y ateniendo a las actuales circunstancias, hubiera sido un problema pasajero.
IBERCAJA DEBE DECIDIR
Ibercaja, ralentizando su salida a Bolsa una vez más, ha conseguido generar más dudas sobre el banco. Ante esto, el mercado espera que el próximo movimiento de la entidad sea definitivo. Las dudas siempre forman parte de una salida a Bolsa. Pero además de esa incertidumbre, Ibercaja se enfrenta a un dilema intrínseco de la compañía: sale ya o espera.
LA SUBIDA DE TIPOS DE INTERÉS ES UNO DE LOS PUNTOS A FAVOR PARA EL SECTOR BANCARIO
Si sale ya, la entidad bancaria deberá hacer frente a la volatilidad del mercado y a los vaivenes que pueda provocar la guerra. Aún ello, la estabilidad en el mercado es un espejismo, ya que siempre hay algún factor que puede bien levantar la economía o, por el contrario, tumbarla. Si Ibercaja quiere ser cauta, lo mejor sería esperar. De escoger esta opción, la entidad debe tener en cuenta que el recelo del mercado será mayor, y quizás ya no sea un valor tan interesante para los potenciales inversores.
EL SECTOR BANCARIO CUENTA CON BUENAS PESPECTIVAS
A pesar de ello, y teniendo en cuenta los problemas que pueden ocasionar las tensiones geopolíticas actuales, la banca vive un gran momento, las perspectivas son favorables para lo que resta del año. Ibercaja se vería favorecida, al igual que el resto de las entidades bancarias, de la subida de tipos que seguro está por venir. «Las buenas perspectivas fundamentales para el sector ante la incipiente subida de tipos de interés es la principal fortaleza del momento«, explica Darío García, analista de XTB. «Un debut en Bolsa siempre es positivo. Que una empresa no cotizada, que es representativa dentro del sector privado, quiera ser pública a través de su cotización, genera mayor atractivo por el sector al que pertenece», expresa el analista.
IBERCAJA TENDRÍA UNA VALORACIÓN BURSÁTIL DE ENTRE 1.500 MILLONES Y 2.000 MILLONES
Cotizar en el mercado de valores ofrece un gran abanico de posibilidades y atractivos para una empresa. En primer lugar, abre una ventana de liquidez que no tenía, algo que en el caso concreto de Ibercaja vendría muy bien para implementar la digitalización de la compañía. Por otro lado, la empresa es mucho más transparente, una característica que siempre gusta a los clientes. A pesar de esto, también estás más expuesta, tanto para los inversores como para la competencia.
UN VALOR ATRACTIVO PARA UNA POSIBLE ABSORCIÓN
Ibercaja cifró su valoración bursátil entre 1.500 y 2.000 millones de euros. De saltar al parqué bursátil, sería la entidad bancaria más barata del mercado. Lo que puede ser una amenaza y a la vez una tentativa para entidades bancarias más grandes que quieran absorberla. Este punto se antoja clave, y puede ser uno los más esclarecedores para entender el porqué de que Ibercaja no haya querido saltar a la Bolsa con las circunstancias actuales.
El tiempo corre en contra de Ibercaja, que debe desencallar esta situación más temprano que tarde. La caja aragonesa debe decidir si dar el paso definitivo hacia su incorporación al mercado de valores o mantener la cautela, acrecentando las dudas del mercado. Sólo queda esperar y ver cuales son los siguientes movimientos de la entidad bancaria.