Siempre hemos oído que el desayuno es la comida más importante día, y lo cierto es que es verdad. Muchas personas optan por tomar solo un café cuando se levantan pensando que con eso es suficiente, pero nada más lejos de la realidad. Desayunar bien aporta un 20% del requerimiento calórico diario, y ayuda a la productividad y la concentración. Además, es un chute de energía que nos ayudará a afrontar el inicio del día. No darle importancia a este momento y saltarnos el desayuno está directamente relacionado con el padecimiento de algunas enfermedades como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o la obesidad.
9El desayuno está relacionado con la estabilidad emocional
Lo que comemos afecta directamente a cómo nos sentimos, y viceversa. Saltarnos el desayuno conlleva a una falta de nutrientes que son decisivos durante las primeras horas del día para un adecuado rendimiento a todos los niveles. No desayunar no solo tiene consecuencias durante la mañana, sino que éstas se extenderán a lo largo del día. Una de esas consecuencias son las alteraciones emocionales como el estrés, la ansiedad o la irritabilidad. Además, estos estados emocionales inestables derivan en una mayor ingesta de alimentos de mala calidad durante el resto del día, para saciar el hambre causada al no desayunar.
