Siempre hemos oído que el desayuno es la comida más importante día, y lo cierto es que es verdad. Muchas personas optan por tomar solo un café cuando se levantan pensando que con eso es suficiente, pero nada más lejos de la realidad. Desayunar bien aporta un 20% del requerimiento calórico diario, y ayuda a la productividad y la concentración. Además, es un chute de energía que nos ayudará a afrontar el inicio del día. No darle importancia a este momento y saltarnos el desayuno está directamente relacionado con el padecimiento de algunas enfermedades como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o la obesidad.
7Saltarte el desayuno deriva en problemas de concentración
Especialmente en los niños en edad escolar, saltarse el desayuno puede conllevar a una falta de concentración durante las horas lectivas y, por lo tanto, un mal rendimiento escolar. Sin embargo, también los adultos pueden sufrir esta consecuencia, que en última instancia acabará siendo muy perjudicial para su rendimiento laboral. Y es que no desayunar hará que no tengamos energía ante la falta de nutrientes, aumentando la sensación de somnolencia. Una buena forma de luchar contra esto es incluir en nuestro desayuno manzanas y frutos secos, que no solo nos aportarán energía sino que también contribuirán a mejorar nuestras capacidades cognitivas.