Siempre hemos oído que el desayuno es la comida más importante día, y lo cierto es que es verdad. Muchas personas optan por tomar solo un café cuando se levantan pensando que con eso es suficiente, pero nada más lejos de la realidad. Desayunar bien aporta un 20% del requerimiento calórico diario, y ayuda a la productividad y la concentración. Además, es un chute de energía que nos ayudará a afrontar el inicio del día. No darle importancia a este momento y saltarnos el desayuno está directamente relacionado con el padecimiento de algunas enfermedades como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o la obesidad.
5El desayuno está estrechamente relacionado con la diabetes
Omitir el desayuno de forma continuada puede favorecer el riesgo de sufrir diabetes, especialmente entre las personas que tienen algún factor riesgo relacionado con esta enfermedad. Esto se produce porque al no desayunar estamos dejando de consumir determinados nutrientes que controlan nuestros niveles de glucosa. Esto es especialmente peligroso para las personas que ya padecen diabetes tipo 2, que corren el peligro de tener picos altos del nivel de azúcar en sangre a lo largo del día. No consumir determinados nutrientes desde que nos levantamos hasta la hora de comer hará que nuestro cuerpo acumule más azúcar y disminuya el nivel de insulina.