La Semana Santa se aproxima. Más que nunca estamos deseando que lleguen las primeras gran vacaciones del año, donde además ya se supone que hará mejor tiempo que ahora. No dejan de llegar años duros, en este caso con la inflación, la guerra y la incertidumbre económica. Lo que más nos apetece, además de viajar y distraernos, es comer bien y si es dulce, mejor. Pero claro, esa misma enorme inflación ha hecho que todo haya subido como la espuma, incluidas las materias primas, también alimentarias, y por ende los alimentos. Es el caso del pan, la leche, los huevos, el aceite o la harina, imprescindibles para hacer las típicas torrijas de Semana Santa.
4¿Y SI OPTO POR OTROS INGREDIENTES Y MODOS DE COCINAR?
Ok, dirán algunos, pues las hago yo mismo y las cocino con aceite de girasol y con cocina de gas. Pues nada se libra de esta espiral inflacionista, incluso peor en estos casos. Y es que el aceite de girasol ha subido un 32,2%, más que el de oliva. Al menos el gas, comparado con la luz, no ha subido tanto (un 12,1% frente al 80,5%, si bien es un dato también de febrero). Estamos en este sentido menos influenciados por la guerra en Ucrania, ya que nuestro principal proveedor de gas no es Rusia sino Argelia, y lo tenemos más diversificado.