Aunque está prohibido, contratar falsos autónomos sigue siendo una práctica bastante habitual en muchos pequeños y grandes negocios. El caso de los riders ha destapado esta forma de actuar que estaba imponiéndose en algunos sectores.
La legislación española distingue entre asalariados y autónomos, pero entre ambos ha surgido la ilegal figura del falso autónomo. Un problema que se trata de evitar sancionando duramente a los empleadores que recurran a ella.
9Un fraude que afecta a todos
Según las asociaciones que representan al colectivo autónomo, en España hay unos 290.000 falsos autónomos, y esto supone un problema tanto para ellos como para el conjunto de la sociedad.
Porque se trata de personas que no están cotizando todo lo que deberían, lo cual supone una pérdida de varios cientos de millones de euros para las Arcas Públicas. El único que gana al contratar falsos autónomos es el empleador, que se ahorra sus cotizaciones.