Aunque está prohibido, contratar falsos autónomos sigue siendo una práctica bastante habitual en muchos pequeños y grandes negocios. El caso de los riders ha destapado esta forma de actuar que estaba imponiéndose en algunos sectores.
La legislación española distingue entre asalariados y autónomos, pero entre ambos ha surgido la ilegal figura del falso autónomo. Un problema que se trata de evitar sancionando duramente a los empleadores que recurran a ella.
6Otros gastos que hay que asumir
El empresario que opta por contratar falsos autónomos y es descubierto, tiene que pagar la sanción impuesta y también abonar las cotizaciones a la Seguridad Social de quien se ha determinado que es su empleado, por todo el tiempo que este le haya prestado servicios.
Si no se puede demostrar el tiempo de prestación de servicios, se abona el equivalente a cuatro años de cotizaciones.