Aunque está prohibido, contratar falsos autónomos sigue siendo una práctica bastante habitual en muchos pequeños y grandes negocios. El caso de los riders ha destapado esta forma de actuar que estaba imponiéndose en algunos sectores.
La legislación española distingue entre asalariados y autónomos, pero entre ambos ha surgido la ilegal figura del falso autónomo. Un problema que se trata de evitar sancionando duramente a los empleadores que recurran a ella.
3Contratar falsos autónomos le ha salido caro a las plataformas de delivery
Las plataformas de delivery han crecido muy rápidamente gracias a su sistema de trabajo a través de autónomos. Sin embargo, ha quedado demostrado ante la Justicia que, en realidad, encajaban mejor en el perfil de asalariados.
Porque, a todos los efectos, existía una relación de dependencia del autónomo con respecto al empleador. En consecuencia, las plataformas han tenido que contratar a quienes les prestaban sus servicios y abonar las correspondientes sanciones por tener a su servicio a falsos autónomos.