Parece que las estanterías vuelven a estar llenas de leche, si bien la crisis continúa y nunca se sabe. No es momento de hablar de ello, sino de este alimento básico en si, lo más vendido e imprescindible junto con el pan. Una de las dudas más habituales es cuál será mejor tomar, si la leche entera, la desnatada o la semidesnatada. Y es que estamos en una época donde cada vez se cuida más la alimentación, y escuchamos esas voces que advierten por ejemplo de la idoneidad de no tomar leche entera. Veamos si es cierta esa afirmación y resolvamos otras dudas, para que te quede claro cuál de las tres deberías comprar exclusiva o mayoritariamente.
7¿ES MEJOR LA LECHE DESNATADA RESPECTO A LA ENTERA?
Lo que no se ha tenido en cuenta es que las grasas de la leche son un nutriente esencial para nuestro organismo: nos aportan energía, saciedad, transportan y absorben vitaminas… Por eso la leche desnatada se ha situado ahora en el ojo de la polémica. Al haber sido tratada para quitarle la grasa, pierde también vitaminas liposolubles, especialmente la A, D y el retinol. Por tanto, su valor nutricional final (a no ser que la enriquezcan) no es de gran interés.
No existen evidencias científicas para recomendar a la población que prioricen el consumo de lácteos desnatados antes que los enteros. Por tanto, ¿la leche desnatada engorda menos? Sí, porque contiene menos calorías. ¿Es más saludable? No, porque apenas nos aporta nutrientes de calidad.