Parece que las estanterías vuelven a estar llenas de leche, si bien la crisis continúa y nunca se sabe. No es momento de hablar de ello, sino de este alimento básico en si, lo más vendido e imprescindible junto con el pan. Una de las dudas más habituales es cuál será mejor tomar, si la leche entera, la desnatada o la semidesnatada. Y es que estamos en una época donde cada vez se cuida más la alimentación, y escuchamos esas voces que advierten por ejemplo de la idoneidad de no tomar leche entera. Veamos si es cierta esa afirmación y resolvamos otras dudas, para que te quede claro cuál de las tres deberías comprar exclusiva o mayoritariamente.
6VEAMOS LA DESNATADA, CADA VEZ MÁS DEMANDADA
Como su propio nombre indica, la leche desnatada o descremada es aquella a la que se le han eliminado los ácidos grasos mediante centrifugado. Este tipo de leche es el más recomendado para personas que están haciendo dietas para perder peso o problemas cardiovasculares, pues apenas tiene grasas saturadas, que son las que aumentan los niveles de colesterol en sangre. Sin embargo, esto no afecta a su aporte en proteínas, azúcares (lactosa) y calcio.