Parece que las estanterías vuelven a estar llenas de leche, si bien la crisis continúa y nunca se sabe. No es momento de hablar de ello, sino de este alimento básico en si, lo más vendido e imprescindible junto con el pan. Una de las dudas más habituales es cuál será mejor tomar, si la leche entera, la desnatada o la semidesnatada. Y es que estamos en una época donde cada vez se cuida más la alimentación, y escuchamos esas voces que advierten por ejemplo de la idoneidad de no tomar leche entera. Veamos si es cierta esa afirmación y resolvamos otras dudas, para que te quede claro cuál de las tres deberías comprar exclusiva o mayoritariamente.
4LA ENTERA
La leche entera está compuesta principalmente por agua, sal, minerales y calcio. Glúcidos como la lactosa, materia grasa, proteínas como la caseína, y vitaminas A, D, B y E. Por ello, es buena para mantener unos huesos fuertes y sanos y prevenir la osteoporosis. Además, es hidratante, saciante y proporciona gran cantidad de energía.
Está especialmente indicada para los niños, pues protege el tracto gastrointestinal contra patógenos, toxinas e inflamación, y regula los procesos de obtención de energía, especialmente el metabolismo de la glucosa y la insulina. Sin embargo, contiene lactosa, un azúcar al que muchas personas son intolerantes, por lo que si este es tu caso, es mejor que tomes leche sin lactosa. También contiene mucha grasa, por lo que si tienes problemas con el colesterol.