Estados Unidos aumentará el suministro de gas natural licuado a la UE con una previsión inicial de dos años garantizados, en virtud de un acuerdo alcanzado este jueves coincidiendo con la visita de Joe Biden a Bruselas durante la reunión extraordinaria del Consejo Europeo. El pacto será formalizado este viernes y pretende ayudar a reducir la dependencia del suministro de combustibles fósiles de Moscú, según ha anunciado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
«Mañana (por hoy, viernes), con Biden, presentaremos un nuevo capítulo de nuestra asociación energética: gas natural licuado adicional de Estados Unidos a la Unión Europea para reemplazar el gas natural licuado que tenemos de Rusia. Un importante paso adelante», ha detallado la presidenta de Ejecutivo comunitario a la prensa a su llegada a la cumbre de líderes de la UE.
La presidenta de la Comisión Europea se reunirá este viernes con el presidente estadounidense. En dicho marco se anunciará este acuerdo en la cumbre de líderes de la UE al que ha sido invitado el presidente estadounidense tras la reunión del G7.
A finales del pasado enero, Estados Unidos y la Unión Europea sellaron un acuerdo para garantizar el suministro energético al mercado comunitario ante la posibilidad de ruptura con Rusia en plena escalada de tensiones con Moscú. Von der Leyen y Biden firmaron, en ese momento, una declaración por la que se comprometían con la seguridad y la sostenibilidad energética así como la aceleración hacia las energías limpias.
La presidenta del Ejecutivo comunitario ha destacado que los líderes de la UE, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Japón han decidido reforzar su apoyo a Ucrania, aumentar las sanciones a Rusia y romper con la dependencia de Moscú en el suministro de combustibles fósiles.
En relación a España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha insistido en que la UE debe tener en cuenta la «particularidad» de la Península Ibérica en materia energética y aceptar que España y Portugal puedan adoptar medidas inmediatas para limitar el precio de la electricidad aunque el resto no actúen.
Sánchez ha subrayado que la península es «una isla energética» y tiene una interconexión «mínima con el mercado energético europeo, por debajo del 3%», y ha incidido en que estas «particularidades específicas y concretas» hacen que el alza del precio del gas les perjudique más.
«ESPAÑA PODRÍA SER UNA DE LAS SOLUCIONES A LA CRISIS DE EUROPA»
Susana Solís, portavoz del Grupo Liberal de la Comisión de Industria y Energía y Desarrollo Regional del Parlamento Europeo reconoce, en una entrevista concedida a NEGOCIOS TV que «Europa necesita ser independiente tanto de materias primas, por ejemplo de China, como de energías. Necesitamos dejar de depender de Rusia. La Comisión ha puesto una serie de medidas sobre la mesa y entre ellas no están ninguna de las que pedía el Gobierno de Pedro Sánchez».
Según Solís, «entre las propuestas cabe destacar la de implementar ayudas a las empresas, también se va a trabajar en el aprovisionamiento conjunto de gas, se quiere poner énfasis en cómo avanzar con las energías renovables, y sobre todo reducir la burocracia y agilizar los permisos solicitados para la expansión de estas energías. Hay países en los que se tarda hasta siete años en poner en marcha proyectos de renovables».
España es el único país de la UE con una huelga parcial del sector del transporte. «Esas medidas que hay que poner en marcha en España no nos las van a dar desde el Consejo Europeo. Cada país está poniendo las medidas según sus posibilidades. Francia, Italia, Suecia, son países que han abaratado los precios del combustible, y en España seguimos esperando, y la situación es que los transportistas, los agricultores, las familias, no pueden aguantar más» reconoce la eurodiputada.
En lo que se quiere avanzar es «en las interconexiones. El problema que tenemos en España, aparte de tener unos precios energéticos de los más altos de Europa, ya antes de la invasión de Ucrania, es que somos una isla energética». Por lo tanto, «el no haber invertido en su momento en interconexiones gasísticas o eléctricas, nos ha hecho llegar a este punto. España podría ser en este momento una de las soluciones a la crisis de Europa. Si no se hubiera paralizado la obra del gasoducto Midcat, que en 2019 fue rechazado por el Gobierno de España, para 2023 ya podría estar en marcha».
Susana Solís es crítica con los bandazos del Gobierno. «Curiosamente la ministra me escribió una carta diciendo que ahora sí estaba interesada en el Midcat, si lo pagaba Europa. Para quien no lo sepa, Europa ya estaba dispuesta a pagar parte de ese gasoducto, ya que desde 2013 a 2018 estuvo incluido en la lista de Proyectos de Interés Común de la UE, pero el actual Gobierno lo sacó de esa lista en 2019».
Solís es tajante con la coyuntura actual. «El mundo ha cambiado. No es el mismo de hace 30 días. Hace un mes ya necesitábamos en España de la energía nuclear para soportar todo este mix energético y 30 días después, cuando muchos países ya están avanzando en la dirección de potenciar su producción de energía nuclear, el Gobierno sigue sin moverse de su idea de cerrar las centrales nucleares españolas en las fechas previstas».
Pero las soluciones van a ser a medio-largo plazo. «Hay que buscar fuentes alternativas. Hay que invertir en interconexiones, y eso hay que hacerlo ya. Y por supuesto, hay que dar soluciones a corto plazo a los negocios, a las pymes, a las familias». Porque los fondos Next Generation «no han llegado a las familias, no han llegado a las pymes, no han llegado a la economía real. Hay que eliminar trabas administrativas para que estos fondos lleguen ya», denuncia la representante de Ciudadanos en Europa.
Y continúa explicando que «el dinero que ya ha dado Europa, 12.000 millones de euros en 2021, no ha llegado a la economía española. Eso es lo que nos preocupa. Hay un decreto que lanzó el Gobierno en diciembre de 2020 para acelerar los trámites administrativos para recibir dinero de los fondos Next Generation y resulta que sigue en el cajón. No sé a qué estamos esperando. Gran parte de las ayudas que se dieron a las pymes después de mucho insistir, que fueron de 7.000 millones, no les ha llegado debido a esos trámites administrativos».
La eurodiputada denuncia que «somos el país que peor ejecuta los fondos europeos, y necesitamos un Gobierno que actúe urgentemente, y que cuente con las Comunidades Autónomas y los municipios a la hora de poner en marcha proyectos, cosa que no está haciendo».
España tiene una oportunidad de ponerse a la cabeza de Europa, pero si no lo aprovechamos tenemos un gran problema, porque otros países sí que están aprovechando al máximo el dinero que les llega de Europa.
El problema es que Sánchez sigue lanzando balones fuera, y echando toda la culpa de lo que pasa en España a la guerra de Ucrania, intentando engañar una vez más a los pocos que todavía confían en sus palabras huecas.