domingo, 15 diciembre 2024

Tarde, mal y nunca… el lema del Gobierno español

El 31 de enero de 2020 se confirmó de manera oficial el primer caso de coronavirus en España. Un mes después había 50 casos confirmados y el 7 de marzo oficialmente se declaraban 430 casos. El 14 de marzo, Sánchez decretaba el estado de alarma y el “lockdown” en España. Llegaba tarde.

Durante el confinamiento y tras finalizar este, la mayoría de países europeos comenzaron a aprobar ayudas a los sectores más afectados: Alemania puso en marcha ya en 2020 ayudas directas a los autónomos que cubrían la diferencia de facturación entre 2019 y 2020 fuese esta del 20%, el 50% o el 75% y eliminó todo tipo de trabas burocráticas para que la recepción de la ayuda fuera prácticamente automática.

Sánchez nos hizo esperar hasta febrero de 2021 y, un año después, gran parte de las mismas se ha quedado sin ejecutar debido a la complejidad y al exceso de burocracia que el gobierno introdujo en las mismas. Llegaba tarde de nuevo.

Eso sí, durante el confinamiento Sánchez tuvo tiempo para dictar decretos que situaron a Pablo Iglesias en el CNI y que “colocaron” a sus amigos en altos cargos del Estado.

En enero de 2021, con la borrasca “Filomena” la luz subió un 27%. Se pidió al gobierno que tomará medidas y no hizo nada hasta seis meses después. Entonces aprobó una serie de medidas-parche, temporales y absolutamente ineficaces. Llegaba tarde, una vez más.

ENERO DE 2021

España cerró 2021 con la inflación más alta en tres décadas, aunque en septiembre Nadia Calviño afirmaba que “la subida no era preocupante porque derivaba del crecimiento” y María Jesús Montero que la “inflación era un fenómeno coyuntural”. En este caso, el gobierno no es que llegase tarde es que no compareció.

Y de repente, la crisis derivada de la invasión rusa de Ucrania agrava los problemas preexistentes en la economía y sociedad españolas, problemas que el gobierno de PSOE y Podemos no había querido resolver puesto que estaba ocupado en aprobar leyes ideológicas como la LOMLOE que ataca la capacidad de elección de las familias respecto de la educación que quieren para sus hijos; la ley de vivienda; la de protección animal, la de libertad sexual….

Unas leyes liberticidas que ponen en riesgo el modo de vida de ese mundo rural al que la izquierda dice proteger pero que ni conoce ni apoya.

Pues bien, el 24 de febrero estalla la crisis en Ucrania y ante el agravamiento, que no origen, de la crisis económica, el Presidente anunció un plan de choque que un mes después seguimos sin conocer.

FACTURA DE LA LUZ

El gobierno se sienta a negociar con los transportistas sin propuestas. Espera que sea la Unión Europea quién baje la factura de la luz y de los combustibles cuando la mayoría de países pusieron en marcha medidas hace semanas. Ayer la Comisión Europea ya le dijo a Sánchez que puede asesorarle en las decisiones que debe tomar.

Sánchez y su gobierno encarnan a la perfección el dicho de tarde, mal y nunca que según el Diccionario de la Lengua Española significa “de forma extemporánea o con escasa regularidad y de mala gana”. Una mala gana que nos pasa factura a los españoles, especialmente a los más vulnerables.

Antonio González Terol, vicesecretario general del Partido Popular


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