Las personas que conviven con un perro saben que en ocasiones pueden dejar un olor fuerte en el ambiente, mucho más después de mojarse. Aunque a menudo, al compartir espacios a diario, el olfato se acostumbra y se deja de percibir ese aroma, los demás sí lo van a notar, porque el olor igualmente está ahí. Para evitar que la casa huela a perro y, por el contrario, desprenda un perfume rico y agradable, debemos seguir algunas pautas con las que fácilmente podemos solucionar esta cuestión.
2CEPILLADO FRECUENTE
Los perros no son como los gatos, que se asean a sí mismos varias veces al día, así que son sus responsables quienes deben encargarse de su higiene diaria. Se recomienda cepillar el pelaje del perro entre 2 y 5 veces a la semana, dependiendo de su tipo de pelo o del polvo y la suciedad que acumule. Algunas personas piensa que solo necesitan cepillado los perros de pelo largo durante el periodo de muda, pero la realidad es que es conveniente para todos los perros. Al cepillar, además de retirar los restos de suciedad que se acumula durante los paseos o los revolcones en el parque, también ayuda a airear adecuadamente su manto.
