La endometriosis es la principal enfermedad ginecológica que afecta a las mujeres en edad reproductiva. Una de cada diez mujeres padece esta afección que no tiene cura y que se caracteriza por el crecimiento de un tejido similar al tejido que forma el revestimiento del útero (tejido endometrial) fuera de la cavidad uterina, que suele afectar a los ovarios, las trompas de Falopio y la pelvis. En España se calcula que afecta a dos millones de mujeres, entre un 10 y 15% de todas las mujeres en edad reproductiva.
Dolor pélvico (dismenorrea), el síntoma más común
Muchas veces hemos oído que la menstruación es dolorosa, pero lo cierto es que no tiene por qué ser así. De hecho, el dolor pélvico es el principal síntoma de endometriosis y se calcula que aproximadamente el 70% de las mujeres que padecen dolores menstruales terminan siendo diagnosticadas con endometriosis. Este dolor suele comenzar unos días antes de la menstruación y continuar varios después. Además de los calambres menstruales, también puede aparecer dolor lumbar y abdominal. La mejor forma de tratarlo es aplicar calor en la zona y echar mano de algún antiinflamatorio.
La endometriosis puede provocar dolor durante las relaciones sexuales
Otro de los síntomas claros de la endometriosis es el dolor durante las relaciones sexuales, o después de ellas. Esto se debe a que durante las relaciones sexuales se entra en contacto con la zona afectada, generando un dolor más o menos intenso que puede persistir durante varias horas después. Cuando, junto con el dolor pélvico y abdominal, se experimentan este tipo de molestias, es importante acudir a un ginecólogo experto en endometriosis ya que un diagnóstico a tiempo puede evitar muchos problemas en el futuro.
Fatiga y estrés causados por el dolor
La endometriosis puede producir fatiga crónica en las mujeres que la padecen debido a varias causas. Por un lado, la inflamación permanente del tejido endometrial produce que las estructuras anatómicas se adhieran entre sí comportándose como una sola masa, comprimiendo las terminaciones nerviosas y haciendo que el sistema inmune trabaje más de la cuenta. Por otro lado, la alteración del sueño causada por el dolor también puede causar una fatiga crónica. Además, vivir con los síntomas de esta enfermedad sin tener un diagnóstico claro causa ansiedad y estrés en gran parte de las pacientes.
La endometriosis puede traer consigo sangrado excesivo e irregular
Los periodos menstruales muy abundantes pueden ser un indicativo de endometriosis, sobre todo cuando estos superan los siete días o cuando el ciclo se presenta inferior a 27 días. Asimismo, un cambio en el período o un período irregular en el que se presente sangrado intermenstrual son señales de alerta de esta enfermedad. Cualquier cambio repentino en la menstruación es una alerta para visitar al ginecólogo. Además de estos síntomas característicos, muchas mujeres pueden presentar también náuseas, diarrea, hinchazón o estreñimiento durante sus periodos.
Complicaciones de la endometriosis: infertilidad
La principal complicación de la endometriosis es la infertilidad. De hecho, gran parte de los casos son diagnosticados a raíz de que las mujeres que la padecen pero no lo saben acuden al médico porque están teniendo problemas para quedarse embarazadas. Esto se debe a que el tejido endometrial provoca obstrucciones en las trompas Falopio, así como una peor calidad de los ovocitos. Aunque no afecta a todas las mujeres por igual, se calcula que el 30% de las que padecen esta enfermedad son infértiles y se ven obligadas a recurrir a técnicas de reproducción asistida para poder quedarse embarazadas.
Causas probables
La endometriosis suele desarrollarse varios años después del inicio de la menstruación y, en la mayoría de los casos, sus síntomas mejoran tras el parto y desaparecen casi por completo durante la menopausia, aunque no siempre es así. Hasta el momento, no se sabe con certeza cuál es la causa clara de esta enfermedad, aunque hay ciertos factores asociados a un mayor riesgo de padecerla. Entre ellos, los expertos apuntan a la menstruación retrógada y a trastornos del sistema inmune como causas probables.
Factores de riesgo para padecer esta enfermedad
Además las causas probables de la endometriosis, diversos estudios apuntan a que existen múltiples factores que influyen en un mayor riesgo de padecer esta patología. Entre ellos, están los factores genéticos (uno o más familiares con endometriosis), haber comenzado la menstruación a una edad temprana, tener niveles más altos de estrógeno, estar en edad fértil pero no haber dado a luz, trastornos en el aparato reproductor o empezar la menopausia a una edad avanzada.
Tratamiento para la endometriosis
Aunque no existe una cura para la endometriosis, sí hay algunos tratamientos que ayudan a controlar sus síntomas. Los analgésicos como el ibuprofeno o el naproxeno pueden ser de gran ayuda para aliviar el dolor pélvico generado por esta enfermedad. Además, las terapias hormonales como las píldoras anticonceptivas son muy útiles no solo para reducir el dolor, sino también para conseguir un ciclo regular y controlar la evolución de la endometriosis. En casos más graves, se podrá tratar a través de una laparoscopia para extirpar los parches. En los casos de infertilidad, se recomienda la fecundación in vitro.
Remedios para aliviar los síntomas de la endometriosis
Una dieta saludable y equilibrada puede ayudarnos a controlar los síntomas de la enfermedad. Las nueces, los aceites vegetales, los huevos, la soja o el pescado, así como el consumo de frutas y verduras frescas, son algunas de las recomendaciones para ayudar a combatir la endometriosis. Asimismo, también se recomienda practicar ejercicio ya que, de hecho, uno de los factores de riesgo de la endometriosis es tener una baja masa muscular. La acupuntura y las técnicas de relajación son también muy efectivas para controlar los síntomas.