Planchar la ropa es una de las tareas domésticas más odiadas por a mayoría de las personas, después de limpiar el horno y el cuarto de baño. Casi siempre esperamos a que se acumule un buen montón de ropa, postergando el momento y al final la sesión de plancha todavía es más tediosa, larga y aburrida. Además, cuando creemos que estamos en la recta final siempre se incorpora alguna prenda extra a la que quitarle las arrugas, con lo que el trabajo parece interminable, por mucho que lo hagamos delante del televisor viendo una serie o nuestro programa preferido.
5OJO CON LA SECADORA

Si después de la lavadora, utilizas secadora, también hay que tener en cuenta el programa de secado. Si es muy agresivo, los tejidos se resecarán y no solo se arrugará mucho la ropa, además será más difícil de planchar. Es preferible que las prendas salgan ligeramente húmedas y que terminen de secarse en perchas. Además, es importante, igual que con la lavadora, no cargar en exceso el electrodoméstico para que la ropa no quede apretada y tenga más espacio.