Siempre hay que tomar fruta a diario, por tu salud y bienestar, al menos tres piezas, pero no es menos cierto que es a partir de la cercana primavera y luego el verano cuando más fruta compramos y consumimos. Por tanto, entre la cantidad y el buen tiempo, hace que se oxide más fácilmente. Todo ello afecta a su aspecto, sabor e incluso dejan de ser comestibles, con el coste que supone sin beneficio. Por ello es el momento de ver qué hacer y los mejores trucos para evitar o al menos retrasar que la fruta se oxide.
6EL CASO DE LA FRUTA CON HUESO
Los albaricoques son frutos que tienen hueso y estos deben de guardarse en la nevera. Otras frutas con hueso son: las ciruelas, las cerezas, los melocotones… Estas se deben de meter en una bolsa de plástico que previamente se ha agujereado para que puedan transpirar y evitar que cojan sabores no deseados. Hay que evitar meterlas en una bolsa que esté totalmente cerrada, pues esto restaría y produciría una aceleración del deterioro.
En cuanto a la manzana, es una fruta que dura mucho tiempo fresca y apta para ser comida. Se puede alargar su vida si se mete en la nevera antes de su consumo. Hay que tener cuidado de no mezclar una manzana buena con una que esté mala, pues esta última acabará estropeando a la que está totalmente fresca.