Siempre hay que tomar fruta a diario, por tu salud y bienestar, al menos tres piezas, pero no es menos cierto que es a partir de la cercana primavera y luego el verano cuando más fruta compramos y consumimos. Por tanto, entre la cantidad y el buen tiempo, hace que se oxide más fácilmente. Todo ello afecta a su aspecto, sabor e incluso dejan de ser comestibles, con el coste que supone sin beneficio. Por ello es el momento de ver qué hacer y los mejores trucos para evitar o al menos retrasar que la fruta se oxide.
5EVITAR LA CONTAMINACIÓN CRUZADA
Para ello, las verduras y las frutas no deberían estar en contacto con otros alimentos y hay que separarlas para que cada una madure a su propio ritmo. Recuerda que hay que lavar algunas verduras y frutas con agua caliente antes de ser guardadas y que los tomates no se deben de meter en el frigorífico, a excepción de las épocas estivales.
Las frutas que se suelen meter en la nevera son las frambuesas, fresas, arándanos y moras. Estas frutas salvajes suelen estropearse fácil y rápidamente. A veces, aunque se guarden en el frigorífico, se deterioran antes de lo esperado. Cuando se compran no se deben de quitar de la bandeja de origen que suele ser de plástico especializado en frutas. Hay que tener en cuenta que se deben de comer el mismo día de la compra siempre que se pueda.