No es ningún secreto que ya tenemos aquí el cambio climático y para comprobarlo solo hay que ver las temperaturas que hemos sufrido ese invierno o la falta de agua que hace que los pantanos estén secos.
Lo estamos viviendo, pero lo cierto es que podemos hacer algo tanto del lado de los particulares como sobre todo desde las empresas y las acciones para paliar este problema comienzan al Verificar Huella de Carbono.
¿Qué es la huella de carbono?
El dióxido de carbono es el culpable del efecto invernadero, de que la temperatura esté subiendo. Su exceso es lo que nos perjudica y de este modo la Verificación Huella Carbono nos ayuda a saber en qué medida contribuimos a ello como empresa.
Aquí, lo que se hace es medir las toneladas de dióxido de carbono que estamos emitiendo a la atmósfera como organización, de modo que es posible tener un diagnóstico claro y tomar medidas para que nuestra empresa sea neutral en emisiones.
¿Cómo se calcula?
Nuestro Ministerio de Transición Ecológica ha elaborado una guía para que las empresas se apoyen en ella, pero lo cierto es que lo mejor es dejarlo todo en manos de una organización especializada en hacer este tipo de cálculos.
Ya nos hemos preguntado sobre la huella de carbono que es y una vez que se ha tomado la decisión de conocerla siempre es mejor que alguien externo se encargue de hacer la valoración, pues lo cierto es que no es sencillo llegar a ella.
Hay varios tipos de alcances
Para saber cuántas toneladas de CO₂ estamos lanzando a la atmósfera, los cálculos se hacen a partir de lo que los expertos llaman “alcances”, que son las formas en las que emitimos este gas.
Tenemos el primer alcance, que son las emisiones directas como el consumo de diésel de los coches de la empresa; el segundo alcance, que son las emisiones indirectas por lo que consume la compañía y un tercer alcance, que son aquellas emisiones indirectas que provienen de los viajes, los envases de los productos, etc.
Sumando todos ellos a lo largo de un año se consigue saber cuánto CO₂ se vierte con el fin de bajar la cantidad.
La idea es reducir las emisiones e incluso compensarlas
Solo con el cálculo de las emisiones no hacemos nada, y de hecho cuando se encarga una medición siempre es con la idea de que la cantidad resultante se reduzca en años sucesivos.
Hay muchas medidas que se pueden tomar, como la mejora de la eficiencia energética, bajar el consumo de energía, realizar campañas de sensibilización con los empleados, comprar energía renovable, etc.
Además, cuando una empresa quiere ir más allá puede financiar proyectos medioambientales, compensando así el dióxido que emite y pudiendo llegar a tener el certificado de la huella de carbono cero.
Esta huella de carbono cero es algo que merece mucho la pena, pues de cara a la imagen de la compañía ahora no hay nada mejor, al indicar que está haciendo algo de verdad por ayudar a que el medioambiente no se vea tan perjudicado por sus actividades.